Antes de nosotros

Capítulo trece

"7 de octubre de 2015.

Querido diario:

Cada segundo es peor que el anterior. En cada momento de mi día no he podido dejar de pensar en él. Hoy, por primera vez en días, salí. Ver otra vez la luz del Sol me hace bien. Lo extrañé demasiado. Pero, un día no puede ser tan perfecto. Cuando estaba adentro de mi casa hablando con Julio, él salió, tan arrollador como siempre. No me miró, pero yo sí lo hice. Cuando los sentimientos se disparan, las lágrimas también. Me pidió que jugara voleibol con él.

La verdad es la siguiente: tengo miedo de lo que pueda volver a suceder. De que, sonriéndome, me haga desfallecer. No quiero sentir nada por él, mucho menos después de que él no me haya querido regalar su triste perdón. Solo quiero que Dios me ayude a sanar esta pequeña herida y yo lo pueda seguir queriendo, aunque sea como persona.

En la noche, él me escribió. Pensé que era para arreglar las cosas, pero no. Fue para insultarme. Me trató de mentirosa, embustera y de todo. Además, mi hermana tiene que ver en todo esto. Ella le dijo a él que yo le estaba contando toda nuestra vida a las personas. Es mentira, claro está. Pero me siento como basura. Es como si él me hubiera arrancado el alma y la hubiera roto poco a poco. Como si a cada parte que él destroce con sus manos, la sienta en todo mí ser, tan punzante como un puñal.

Ahora sé que lo conozco: él no es la persona que yo pensaba. Él me hizo creer que él era una persona ideal, pero no es así. Sigo pensando que él tiene una segunda personalidad, o un alma, tal vez. Pero, de verdad, quisiera que mi corazón lo sintiera. Ya mi alma no siente nada por él. Solo lástima. Lástima porque él pensó que podía jugar conmigo; lástima por sus amigas y fanáticas, que creen que él es la mejor persona del mundo; lástima por él, porque se ha encerrado en sí mismo y me ha perdido. Lástima por mí, que me he dejado enamorar tan fácilmente y ahora estoy herida.

Ahora puedo entender porque mis palabras sobre el amor son ciertas: el amor es frágil. Es más frágil que la vida. Es tan frágil como el cristal. He dejado caer nuestro cristal. Y se ha roto."