Capitulo 12

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Justin's POV)

Entramos en un amplio salón decorado con diferentes matices de crema y dorado. Apreté mi mano un poco más contra la cintura de ______, ya que parecía extremadamente nerviosa. De hecho, yo también estaba un poco sorprendido y alterado, sobre todo luego de que Chaz me comentara el maquiavélico plan de mi hermana; mas intentaba mostrarme impasible. Después de todo, yo sabía que era el único que lograba tranquilizar a ______.

Inconcientemente, me encontré sonriendo como *******.

Un hombre enfundado en un traje nos guió hasta una mesa redonda para ocho personas. Allí ya se encontraba otra pareja joven, hablando en susurros y dirigiéndose miradas dulces. Caitlin, Chaz, ______ y yo nos acomodamos frente a la reluciente vajilla de plata y nos quedamos observando las cosas que sucedían a nuestro alrededor.

Pronto el lugar siguió llenándose de gente, vestida elegante y llamativamente. Pasamos una media hora allí sentados, escuchando de fondo la charla que Caitlin mantenía con la joven sentada en nuestra mesa, la cual se había presentado con el nombre de Leah. Estábamos bebiendo el champagne que uno de los mozos había llevado a la mesa, cuando las fuertes luces que iluminaban el lugar se volvieron más tenues y un gran reflector enfocó el pequeño escenario ubicado al fondo del salón. Una mujer, luciendo un largo vestido color oro, salió por uno de los laterales y se ubicó en el medio, donde un micrófono solitario la esperaba.

—Bienvenidos a un nuevo evento de Armani —habló con voz profunda y cordial. Su mirada se quedó en nuestra mesa por unos cuantos segundos—. Gracias a todos por venir —hizo una pequeña pausa—. Espero que disfruten de la noche.

Con aquellas palabras, se perdió por el costado del escenario. Todos respondieron con un cordial aplauso, al que nos unimos por respeto. Después, una suave música comenzó a llenar el lugar, incitando a las parejas a ponerse de pie. Caitlin arrastró a Chaz fuera de la mesa. Yo simplemente miré a ______ y le tendí la mano, con una suave sonrisa plasmada en mi rostro.

-¿Bailamos?

—Justin, ¿realmente quieres terminar sin un pie? —preguntó, en un susurro, claramente incómoda.

—Vamos, yo te llevaré y me aseguraré de conservar ambos pies —la tranquilizé, con un guiño, y una suave sonrisa apareció en su rostro, haciéndome sentir mejor—. Vamos.

Tomé su mano suavemente y ambos nos pusimos de pie. Buscamos un lugar en la amplia pista, más bien apartado del centro. Allí se encontraba un poco más oscuro, ya que las luces apuntaban al medio, por lo que supuse que ______ estaría más cómoda. Dirigiéndole una sonrisa para que se tranquilizara, enredé mis brazos en su cintura, mientras ella apoyaba tímidamente sus manos en mi cuello. La acerqué un poco más a mí y sonreí contra su cuello. Realmente me gustaba tener a ______ cerca. Con ella, las cosas siempre habían sido diferentes. Me sentía cómodo, tranquilo; sentía que podía ser yo mismo, sin importar cuándo ni dónde. Con ella, simplemente era yo.

—Lamento interrumpirlos, parejita —comentó la inconfundible voz de Caitlin, no sin cierto pícaro retintín.

Alcé la cabeza con cuidado y me encontré no sólo con mi hermana, sino también con aquella alta mujer que había hablado en un principio. Su vista pasó de mí a ______ y luego volvió a mirar a Caitlin.

—Os presento a Selenaerine Von Brown, gerenta general de la sucursal de Armani en Washington —habló Caitlin solemnemente—. Selenaerine, ellos son ______ Swan, la muchacha de la que te hablé, y Justin, su prometido y mi hermano.

La mujer sonrió, paseando su vista entre nosotros.

—Un gusto —habló, con su voz profunda—. Hacéis una muy bonita pareja.

(______'s POV)

Inevitablemente, mi corazón comenzó a latir con algo más de fuerza cuando la tal Selenaerine alegó que quedábamos bien juntos. El brazo de Justin atravesó mi cintura y su mano reposó en uno de mis costados, atrayéndome contra su cuerpo. Sonreí tenuemente, aunque estaba segura de que mis nervios podían sentirse a kilómetros de distancia.

—¿Hace cuánto que estáis juntos? —preguntó Selenaerine, con una sonrisa cordial.

—Nos conocemos desde muy pequeños —comentó Justin naturalmente—, pero salimos desde hace dos años.

Gran mentiroso; pero se lo agradecía, porque yo era patéticamente mala en ello.

—¿Y ya tenéis planeada la boda? —preguntó, con cierta emoción, nuestra acompañante.

Miré a Caitlin, con el horror pintado en cada una de mis facciones.

—Oh, no, aún no —comentó despreocupadamente la pequeña Bieber. Eso de mentir bien debía de ser algo genético—. Están en esas épocas… ya sabes… no están un segundo en paz —comentó pícaramente, guiñándole un ojo a Selenaerine.

Ella simplemente rió entre dientes, de forma elegante.

—Yo no los veo muy… fogosos —comentó, levemente escéptica, con una sonrisa aún en su rostro—. ¿Es mi impresión o no se han tocado en toda la noche?

Aquel comentario, tan propio de Caitlin, me dio una idea de por qué mi pequeña amiga decía que ella y Selenaerine tenían tantas cosas en común.

Inevitablemente, me sonrojé y miré tímidamente a Justin.

Lo vi con aquella sonrisa ladina tan propia de él, y sus ojos se volvieron hacia los míos. Entonces, realmente me asusté. Su mirada pardo tenían aquel brillo, ese destello que yo conocía demasiado bien. Cuando la mirada de Justin tenía aquel matiz peligroso, nada bueno podía pasar.

Entonces, sentí que su agarre en mi cintura se afianzaba, inclinándome hacia delante. Su rostro quedó más cerca y, después de dirigirme otra sonrisita ladina, posó sus labios sobre los míos, en un beso dulce y fiero que me sacudió el estómago violentamente. Mi corazón comenzó a latir de forma descomunal, mientras, por instinto, pasaba mis brazos alrededor del cuello de Justin y hundía mis dedos en su cabello de bronce.

Entonces, desconecté mi cabeza.

Estaba besando a Justin, por primera y quizás última vez.

¿Qué más daba? —

Casi Platonico (JustinBieber Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora