(________'s POV)
Justin siempre encontraba las palabras para hacerme sentir mejor, aunque algo en mi interior se encogiera ante el pensamiento de que sólo hablaba como mi mejor amigo. Cavilando sobre todo aquéllo, un suspiro se me escapó cuando llegábamos al campus, al día siguiente. Bajé del automóvil de Justin y ambos nos dirigimos a nuestras respectivas clases, después de que él me prometiera recogerme por mi clase de arte.
La mañana pasó más lenta de lo que esperaba, aunque, finalmente, mi clase favorita llegó: el taller de arte. Dejé salir un suspiro de satisfacción, mientras todos nos acomodábamos en nuestros respectivos lugares. Grande fue mi sorpresa cuando, minutos después, en vez de ver ingresar a la señora Lynder, nuestra habitual profesora de arte, un alto hombre entró en su lugar. Con más de un metro ochenta, el sujeto lucía joven y fuerte. Su cabello, de color castaño oscuro, y su piel trigueña refulgía bajo la luz del salón. Dirigió una mirada general a la clase.
—La señora Lynder ha tenido un problema familiar —habló el joven, con voz gruesa y profunda— y ha tenido que viajar de urgencia a México, por lo que yo seré su profesor por algunas semanas.
Un murmullo general cruzó la clase.
—Mi nombre es Jacob Villegas (oh yeah hermano de ya sabeis quien) —se presentó—. Espero que podamos trabajar en paz.
El profesor Villegas resultó ser una persona muy interesante y terriblemente apasionada por el arte. Introduciéndonos en el tema con naturalidad, nos otorgó una tarea sencilla, por ser el primer día: una composición libre. Faltaban unos pocos minutos para acabar la clase y yo estaba finalizando mi trabajo, cuando sentí una voz a mis espaldas.
—Es una buena combinación de colores y tienes una buena perspectiva —apuntó. Me giré, para encontrarme con los ojos oscuros de Jacob—. Nada mal…
—Grand —respondí, rápidamente—. ________ Grand.
Sonrió.
—Un gusto, señorita Grand —aseguró y, después de dedicarme otra sonrisa, siguió caminando por las filas de grandes escritorios, con las manos detrás de la espalda.
Pocos minutos después, las clases del día finalizaron. Me quedé rezagada en la puerta, bajo el marco de la misma, esperando a que Justin llegara por mí. Jacob, que estaba recogiendo sus libros, me miró y alzó una ceja, levemente divertido.
—¿Esperas a alguien? —preguntó, suavemente.
—Sí, a mí —una voz de terciopelo respondió, incluso antes de que yo pudiera abrir la boca—. Justin Bieber, un gusto —se presentó, rápidamente.
Los ojos de Jacob se abrieron momentáneamente, para luego recobrar la compostura. Entonces, alzó una de sus pobladas cejas y una suave sonrisa, algo irónica, se posó en sus labios.
—¿Justin Bieber? —preguntó, con cierto tono de familiaridad—. Así que tú eres el famoso Justin Bieber…
Justin y yo no pudimos hacer otra cosa que mirarnos, confundidos, para luego voltear a ver al joven profesor.
¿Qué quería decir con famoso?
Jacob se quedó mirándonos y su sonrisa de ensanchó. Sus ojos viajaron del rostro de Justin al mío con velocidad, repitiendo el proceso varias veces. Segundos después, sólo sacudió la cabeza de izquierda a derecha.
—No, nada importante —apuntó, rápidamente—. Si me disculpan, muchachos, debo ir a preparar una clase.
Y, sin más, pasó entre nosotros, para perderse por los pasillos de la universidad.
Justin y yo compartimos una mirada confusa, antes de encogernos de hombros.
Sin tiempo para preocuparnos por aquello, los dos nos dirigimos a la cafetería, con el fin de comer algo. Sin embargo, cuando terminamos de pedir nuestra comida, me frené en mi lugar. Justin lo notó, ya que se volvió hacia mí. Entonces, una mueca de entendimiento cruzó su rostro.
— ¿Prefieres que vayamos a comer afuera? —inquirió comprensivamente, al observar hacia la mesa donde se encontraban todos, inclusive Chad.
Negué. Chad no se convertiría en un problema para mí.
—Tranquilo, seguro que todavía está asustado por lo de ayer —comenté, con una pequeña sonrisa.
Justin rió melodiosamente, mientras nos acercábamos a la mesa.
Estábamos por sentarnos, cuando el brazo de Justin se acomodó en mi cintura, de forma posesiva. Le dirigí una mirada curiosa, en total silencio, a la que sólo respondió encogiéndose de hombros. Carcajeándome suavemente, me senté a la mesa. Sentí que el ambiente se tensaba al instante, pero intenté ignorarlo.
— ¿Y Miley y Liam? —pregunté confundida.
Ahora que lo pensaba, no los había visto tampoco en clase.
—Oh, no quieres saberlo —apuntó rápidamente Caitlin, con una sonrisa pícara.
Me sonrojé furiosamente, mientras Justin y Chaz reían con ganas.
Ignoramos a Chad y a Jessica toda la comida. Ellos no intervinieron y supuse que tenía algo que ver con Caitlin, ya que mi ex novio no dejaba de mirarla con desconfianza. Además, después del golpe que Justin le había propinado la mañana anterior, Chad debía estar algo asustado.
Antes de que todos terminaran de comer, pude escaparme con mi compañero, con la excusa de que debíamos ir a buscar algunos libros. Después de haber conseguido todo lo necesario, al ver que todavía faltaba algo de tiempo para dirigirme a mi trabajo, con Justin decidimos dirigirnos a los exteriores del campus. Caminamos un poco y nos sentamos bajo la sombra de un pequeño árbol. Pasamos allí un rato, charlando, hasta que la pequeña Caitlin llegó hasta nosotros. Nos dirigió una mirada de reproche, antes de hablar.
—Podríais haberme avisado que estabais aquí, ¿no? —cuestionó, con las manos en la caderas.
—Pensamos que tú podrías predecirlo —bromeó Justin, haciéndome sonreír.
Caitlin gesticuló, produciendo una risa falsa.
—Vámonos —murmuró.
Con una sonrisa, ambos nos pusimos de pie. Salimos, detrás de la pequeña Caitlin, hacia el automóvil de Justin.
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Casi Platonico (JustinBieber Y Tu)
FanfictionDicen que de la amistad al amor hay un solo paso. Sin embargo, en muchas ocasiones, un paso no es suficiente; sobre todo si sabes que tu mejor amigo nunca podría fijarse en ti. Pero... ¿será siempre así? PD: En esta novela el Shastem se supone que e...