Terminaron durmiendo hasta el mediodía, lo cual no era sorprendente dado lo
tarde que se acostaron. Molly despertó y se encontró acurrucada contra el cuerpo de
Fox, sus pechos apretados contra su torso. Un brazo tatuado y musculoso estaba
cerrado alrededor de su cintura mientras que el otro yacía bajo su cuello; el muslo,
pesado con el músculo y espolvoreado de vello que raspaba deliciosamente contra
su piel, empujaba entre las suyos. Bostezando, se acurrucó más y se revolcó en la
sensación de seguridad cálida, la tormenta emocional de la noche anterior la había
dejado en carne viva.
Fox le había dicho que tenían todo el día libre para hacer lo que les gustara, y lo
que a ella le gustaba eran mimos en la cama con su estrella del rock. Por lo menos
hasta que él despertara. Le sintió revolverse diez minutos más tarde y le dio un beso
en el hombro.
—Hola.
—Mmm. —Era un sonido profundo y somnoliento antes de que él la atrajera
imposiblemente más cerca de su cuerpo.
Con los dos desnudos, la sensación era sensual, pero en ese momento, también
era buena. Él se sentía fuerte, sólido y protector a su alrededor, como si estuviera
acariciándola. A pesar de que estaba claramente excitado, era la excitación
perezosa de la mañana, y parecía mucho más interesado en abrazarle a su cuerpo
que en el sexo.
La derretía, la idea de que su duro rockero pudiera no estar en contra de mimos
en una mañana de fin de semana en la cama. Frotando la nariz ligeramente sobre su
piel, le dio un beso en el pecho, lamiendo con la lengua para saborearlo.
Eso inició un ronroneo soñoliento. Decidiendo comportarse, ella se quedó
acurrucada contra él en silencio, sus huesos laxos y sintiendo un bienestar increíble.
Nunca nadie la había abrazado así, jamás la habían hecho sentirse tan protegida y
anclada.
Más que quince minutos después él se revolvió de nuevo, con la mandíbula como
si bostezara. Acariciándole la espalda en lentos círculos, él le acarició el pelo con la
barbilla.
—Me gusta despertar con una bibliotecaria sexy y suave.
Su voz ronca por el sueño hizo que sus terminaciones nerviosas vibraran.
—A mí también me gusta despertar contigo. —Acariciándole después de esa
confesión sincera, dijo—: ¿Qué quieres hacer hoy?
—Ver algunos koalas.
Molly se echó a reír, pensando que era una broma.
—No, lo digo en serio. —La golpeó juguetonamente en su trasero—. He estado
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Rock kiss 1
Teen FictionARGUMENTO Un chico malo envuelto en un paquete sexy, musculoso y adulto bien podría valer un poco de riesgo... Molly Webster siempre ha seguido las reglas. Después de que un escándalo horrible destrozara su infancia y la convirtiera en el foco de...