La primera impresión de Molly de la casa de Fox en la zona de Pacific Palisades
de Los Ángeles fue de un conjunto de reluciente cristal y azul brillante contra un
telón de fondo inesperadamente verde de abetos y otros follajes. La estructura
moderna llena de luz, estaba situada en una ladera, era todo ángulos cuadrados y
ventanas del suelo al techo que proporcionaban una magnífica vista de la bahía de
Santa Mónica a lo lejos, mientras que el agua de la infinita piscina de la segunda
planta caía en un cascada fría a un estanque de abajo.
—Es hermosa —dijo ella, de pie en el salón iluminado por el sol que daba a la
piscina de borde infinito. El sol caía fuera, pero dentro hacía fresco, el aire
acondicionado silencioso—. No es lo que esperaba.
—¿Qué? —Ese hoyuelo apareció en su mejilla—. ¿Algo de soltero sucio?
—Um, sí —admitió Molly, con ganas de darle un beso, pero sintiéndose
extrañamente tímida en este nuevo lugar, literalmente un mundo aparte de todo lo
que conocía.
Riendo, Fox abrió las puertas al patio que rodeaba la piscina y la abrazó a su
lado. Su beso fue lento, la forma en que frotó la nariz contra la de ella, fue un
momento muy dulce y cautivador.
—Tengo un servicio de limpieza, vienen una vez por semana a menos que les
diga que no lo hagan. No me gusta nadie en mi espacio cuando estoy trabajando en
una nueva canción. —Un mordisco juguetón en su labio inferior—. Sin embargo,
haré una excepción para la desnuda Molly.
Frunciendo la nariz, ella respondió:
—¿Puedes pedirles que no vengan este mes? —Necesitaba tiempo para
instalarse sin tener que lidiar con extraños. Lo único bueno era que no tendría el
estrés del trabajo, el certificado de editora de textos que había terminado el año
pasado con el fin de obtener un ingreso extra, antes de que su promoción en la
biblioteca lo pusiera en segundo plano, ahora iba ser parte de su nueva vida.
Haría falta tiempo y un montón de trabajo duro, pero planeaba construirse una
carrera como editora e investigadora independiente, con el énfasis en esto último.
No quería que Fox pensara que estaba con él por su dinero, y además, tenía que ser ella misma, necesitaba ser la Molly que era la canción perfecta de Fox. Eso la
mantendría sobre sus dos pies.
—La casa se ve limpia de todos modos —agregó.
—Lo que tú quieras. —Fox hizo un gesto hacia la zona de la cocina que fluía
fuera del salón—. Su número está en el frigorífico si quieres hacer la llamada tú
misma.
Molly sonrió, le gustaba la idea de saltar directa a su vida en común.
—Lo haré. —Su mandíbula crujió con un enorme bostezo antes de que pudiera
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Rock kiss 1
Teen FictionARGUMENTO Un chico malo envuelto en un paquete sexy, musculoso y adulto bien podría valer un poco de riesgo... Molly Webster siempre ha seguido las reglas. Después de que un escándalo horrible destrozara su infancia y la convirtiera en el foco de...