Capítulo 8. Ruega

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POV. WOOHYUN

Aquel día sería el primero en el que pondría en práctica lo planeado.

Había esperado hasta la noche para llamar a SungGyu, cuando me aseguré que ya habría salido del trabajo.

Le notaba nervioso a través del auricular y, de algún modo, saber aquello logró animarme.

- Veámonos el viernes por la tarde – sugerí.

Realmente más que una sugerencia, sonó como una orden. Una orden que quería que él obedeciese.

Pareció dudar, pues tardó unos segundos en contestar. Unos segundos durante los cuales diferentes opciones parecieron rondar por mi cabeza. ¿Querría? ¿No querría? ¿Estaría ocupado? ¿Estaba libre pero prefería no verme?

- Claro sí... dime dónde – susurró desde el otro lado de la línea.

Sonreí para mí mismo cuando le oí. Con cada paso que daba, mi pequeño chico hámster estaba firmando un contrato cada vez más estrecho conmigo. Iba a ser complicado librarse de mí.

Llegó el viernes. Había estado bastante expectante toda la semana, dándole vueltas una y otra vez a cómo debería iniciar a mi inocente hyung en el delicioso mundo de la perversión.

Pensar en las mil y una formas en que podría mostrarle al mayor a dejar a un lado aquel lado tímido e inocente que poseía bastaba para impedir que me concentrase en cualquier otra cosa.

Incluso dormir se había hecho difícil. Múltiples sueños pasaban por mi cabeza constantemente, imaginando una y otra vez los ojos brillantes, llenos de placer de Kim SungGyu; un placer causado única y exclusivamente por mí.

Aún recordaba con demasiada frecuencia lo que había ocurrido en aquella fiesta. No podía evitar sentir frustración cuando recordaba la interrupción de Key, pero rápidamente esa frustración era sustituida por el anhelo y las ansias de repetir aquello.

Pero paciencia... las cosas saben mejor cuando uno sabe esperar. Aunque aquella espera se le estaba haciendo eterna.

Había citado a SungGyu en las puertas de un gran cine bastante popular aquellos días entre los jóvenes.

Pensé que aquel sería el lugar ideal para lo que había estado meditando. Así que no pude hacer nada más que sonreír con satisfacción cuando llegué al sitio.

Como esperaba, no había un exceso de gente paseando por allí aquellas horas, lo cual ya garantizaba que mis planes comenzaban con buen pie.

Ahora faltaba tener donde quería al inocente chico hámster.

Esperé unos minutos cerca de la puerta. Ya había decidido que película veríamos, pero aun así me entretuve observando los carteles de las diferentes películas que estaban anunciadas.

Sentí un leve cosquilleo en la espalda que me hizo dar media vuelta, quedando gratamente sorprendido con lo que vi.

- Hyung, podría violarte. Vas vestido demasiado provocadoramente – sonreí pícaramente, susurrando aquellas palabras junto al oído de SungGyu.

Le vi sonrojarse ante aquello. Realmente opinaba eso. Los vaqueros blancos ajustados que llevaba perfilaban perfectamente su silueta, provocándome unas ganas horribles de recorrer con mis manos su trasero. Una camiseta ajustada, negra, junto con una chaqueta, también blanca, conjuntaban con aquellos pantalones.

Deseaba repasar con mis manos el torso de aquel chico, memorizar todas y cada una de las partes de su cuerpo.

"Paciencia WooHyun, o esto no será divertido" pensaba para mí mismo, mientras le conducía hasta la sala donde veríamos la película.

[Woogyu] Mírame solo a mí (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora