[Woogyu] Mírame solo a mí (Completa)

Capítulo 12. Be mine

POV. SUNGGYU

Me había sido muy difícil seguir las indicaciones de Key todo el día. Me sentía nervioso estando cerca de WooHyun, quería que se acercase a mí, que me mirase solo a mí.

Hice todo lo que Key me dijo, ceder un poco y luego irme, dejándole con ganas de más, tentándole. Dejándole ver que por un lado me apetecía, mientras que por el otro no tenía problemas en despegarme de su lado.

Pero eran sus suaves besos, sus leves roces, los que me hacían querer quedarme a su lado a pesar de lo que planeaba hacer. Quería estar más junto a él, que me tocase más, que me acariciase.

Después de estar todo el día así, anhelando que fuese él quien viniese a buscarme, me decepcionó que no compartiese habitación conmigo. Claramente iría con DongWoon...

Bueno en parte mejor. Tampoco hacía falta ir tan rápido, era el primer día, no podía esperar tener éxito tan pronto.

Camino de las habitaciones nos fuimos despidiendo de los chicos. Hasta que llegamos a mi puerta.

Me despedí de WooHyun y DongWoon para entrar, pero noté como alguien entraba tras de mí, así que no cerré.

Él lo hizo por mí.

Me estremecí al sentir su presencia a mi espalda y me di la vuelta. Él sonreía desde donde estaba, frente a mí, demasiado cerca. Su forma de mirarme me ponía muy nervioso.

- Esto... ¿no duermes con DongWoon? - le pregunté. Hasta a mí me sonó demasiado bajo el tono.

Comenzó a andar hacia donde estaba, acercándose todavía más, obligándome a retroceder hasta dar contra la pared. Me tenía acorralado y aquello me alteraba un poco.

- No... he pensado que te sentirías solo sin mí, así que preferí hacerte compañía - murmuró junto a mi oído, provocando que pequeños escalofríos recorriesen mi cuerpo a causa de la anticipación.

Acabé de recostarme contra la pared. En cierto modo, aquello fue un completo acto de rendición.

Yo le había querido seducir simplemente porque no quería ser el seducido. Pero había sabido desde el primer día que ya había perdido contra él.

Sus labios se posaron sobre los míos suavemente, acarició ligeramente mi mejilla con su mano.

Su cuerpo se apretó contra el mío cuando empezó a profundizar el beso.

Sus labios comenzaron a jugar con los míos, atrapaba el labio inferior entre los suyos, le daba un pequeño mordisco, succionaba, luego lo recorría con la lengua.

Me dejé hacer, rodeando su cintura con mis brazos. Se sentía bien.

Correspondí abiertamente a su beso, dejándole explorar nuevamente mi cavidad, participando en su juego, degustando su sabor, ahora salado a causa del agua del mar.

Me gustaba y quería más.

Colé mi mano por debajo de su camiseta, acariciando ese torso que había estado descubierto todo el día y el cual me moría por recorrer.

Hasta me había molestado que luciese tan sexy delante de sus amigos. Nunca había sido posesivo o exigente, pero quería ser el único que disfrutase del cuerpo de mi dongsaeng.

Una de sus piernas se colocó entre las mías, haciendo que tuviese que abrirlas para dejarle espacio, mientras continuábamos devorando nuestros labios.

La falta de aire se hizo presente, obligándonos a separarnos, muy a nuestro pesar.

Le miré a los ojos cuando se alejó de mí para recuperar el aliento. Estaban brillantes por el deseo, mostraban con cuanta desesperación quería aquello.