[Woogyu] Mírame solo a mí (Completa)

Capítulo 17. Todo es por ti

POV. WOOHYUN

Era impropio de mi pedir ese tipo de cosas, pero en algún rincón de mi mente quería verle dándose placer. Quería ver como se preparaba pensando en mí.

Quería oírle gemir mi nombre mientras se penetraba con sus dedos sabiendo que era para recibirme más tarde.

Lo que no esperaba fue que accediese sin reproches, que la forma que tenía de mirarme cuando decidió comenzar me calentaría de esa forma.

- Una vez empiece, no querré parar – susurró sin dejar de mirarme.

Introdujo uno de sus dedos en su interior en cuanto terminó de pronunciar aquellas palabras, provocando que una pequeña mueca de incomodidad decorase su rostro, aunque nunca separó sus ojos de los míos.

Comenzó a mover el dedo bajo mi atenta mirada, introduciéndolo cada vez más en su interior, aumentando el ritmo de su invasión.

Los sonidos que escapaban de entre sus labios y no podía contener me estaban haciendo perder el poco control que tenía.

No sabía quién estaba disfrutando más de aquello, si yo al verle, o él sabiendo que aquello me estaba gustando.

Cuando introdujo el segundo dedo cerró los ojos momentáneamente, cegado por el placer que aquello le proporcionó.

Casi podía sentir en mi palpitante miembro como su entrada debió de apretarse alrededor de sus dedos de una forma deliciosa que yo mismo quería experimentar.

Pero me contuve. Aún no era el momento.

Seguí observando cada uno de los movimientos que hacía ese hyung, oía cada uno de sus gemidos; analizaba la forma en la que se alteraba su respiración.

Volvió a mirarme antes de introducir el tercer dedo en su entrada, mordiendo su labio inferior mientras lo hacía.

Sus ojos brillaban nublados por el placer que se estaba proporcionando, por el que veía reflejado en mis propios ojos al verle disfrutar de aquello.

El volumen y la frecuencia de sus gemidos iba aumentando en la sala a medida que lo hacía la velocidad con la que se penetraba son los dedos, perdida la vergüenza inicial de aquella exposición.

Intentaba mantener la mirada fija en mis ojos, pero no podía evitar cerrarlos constantemente, embargado por el placer que le recorría, sus labios enrojecidos de intentar acallar sus jadeos.

Su rostro levemente enrojecido, sus pequeños ojos entrecerrados, los labios rojos y húmedos, el cuerpo ligeramente brillante a causa del sudor... Todo el conjunto no hacía más que endurecer más mi miembro, llegando al punto de ser terriblemente doloroso.

Acaricié superficialmente la punta de mi hombría, estremeciéndome a causa del placer que me recorrió solo con eso.

Me levanté de la silla, dispuesto a terminar con aquel dolor en mi entrepierna con el culpable de eso.

Coloqué mi mano en su muslo, ante lo cual detuvo el movimiento de su mano para mirarme, jadeante.

Sonreí.

Se veía tan violable. Y aquello era, precisamente, lo que iba a hacer.

- Suficiente hyung – susurré, acercando mis labios a los suyos en un beso demandante, exigente.

Retiré su mano de aquella entrada que me prometía el paraíso, mientras mi lengua se apoderaba de su cavidad, peleando con su lengua sin descanso, a la vez que me posicionaba mejor entre sus piernas, las cuales abrió aún más para dejarme espacio.