Apocalipsis Trickster

Tres años después...

Tu nombre es John Egbert y sostienes firmemente el martillo personalisado creado por tu amiga Jade en tu palma diestra. Han pasado tres años desde el comienzo de un gran problema. En donde no se sabe si es peor salir de noche o de día. La comunicación se dejó abierta durante todos estos años, pero actualmente es baja o esta perdida.

Ahora estas vigilando el perímetro junto a tu amiga Jade, quien sujeta su rifle mientras suspira. Su pelo estaba atado y cada tanto miraba con rapidez hacia otro lado dándote un pequeño susto.

Al poco tiempo Bec, la mascota de Jade, volvió corriendo a una velocidad imprecionante, dejando una estela verde por donde pasó. Obviamente, experimento de Hussie.

"¿Nada? Buen perro, mejor amigo." Acarició la menor la cabeza de su mascota. De su bolsillo sacó un poco de premios para perro y se lo tendió.

"Roxy ya debería haber vuelto... " Susurraste.

"No te preocupes, Jake estaba con ella por lo que volverán pronto."

"Eso espero..."

En grupos salían a hacer expediciones, otros cuidaban el perímetro, pero sólo unos pocos se quedaban adentro. Tal y como solían hacerlo Dirk, Rose, Roxy y Jade. Ellos cuatro eran los más fuertes de todos los presentes, sobre todo Rose, a quien se la suele subestimar, pero también eran los más listos y desde hace tiempo están buscando una posible cura. Normalmente se turnaban, pero entre los cuatro se obligaron a que uno si o si debería seguir con la investigación.

Hoy era el turno de Rose dentro, Jade hacia guardia contigo mientras que Roxy salía a buscar refugiados y Dirk construía robots de defensa.

A la distancia notaron unas nítidas manchas de colores que les llamaron la antencion tanto a ti como a tu amiga, quien al instante levantó con firmeza su rifle y apuntó paciente. Mientras más se acercaban esos pequeños colores a la distancia mas rigidos te colocabas.

Los ladridos de Bec y el movimiento de su cola los tranquilizaron. No había amenaza. Segundos después, a lo lejos, los colores se volvieron más claros y se divisaron a la Lalonde faltante junto a Jake.

"Jake, volvieron." Mencionó tu amiga sonriendole a su primo.

"No hemos visto nada fuera de lo común en el lado norte, tampoco encontramos a nadie vivo"

Vivo.

Esa palabra resono por tu cabeza un par de instantes, borrando tu sonrisa.

"John." Te llamo tu amiga, golpeando levemente tu hombro con un puño. "Vamos adentro, hoy vigilarán Dave y Jake."

"Si" respondiste un poco decaído.

La mansión de Jade y Jake era el mas conveniente refugio que encontramos para todos. Tenia energia de sobra y todos los recursos para sobrevivir. El patio estaba cubierto de distintos vegetales y frutas. Separado por una serca del tamaño de una puerta había animales con los cuales cuidaban y sacrificaban para la cena. Alguno de ellos era separado por otros al tener distintos colores de sangre, otros por vivir en agua se encontraban en el acuario de otra habitación, y algunos se dejaban libres al notar que eran inofensivos.

Al entrar subiste al segundo piso en donde estaban los cuartos masculinos, aunque el de Jake estaba más arriba, los demás tenían la habitación allí. No eran muchos pero tampoco eran ellos siete, hace poco rescataron a un grupo de sobrevivientes.

Te paraste en la habitación de Dave y tocaste la puerta siete veces. Al poco tiempo un preparado Strider salió. Sus gafas como siempre puestas, su ceño levemente fruncido y su espada de acero cargada en su espalda, cruzada con una katana en forma perpendicular, y un par de estrellas ninjas atadas a su cinturón.