Apocalipsis Trickster

Viaje de ida

Tu nombre es Terezi Pyrope y te encargaron al fin para ir a los exteriores de una forma peligrosa y mortal. Te gustaba poder servir en algo de vez en cuando, te traía de vuelta esa leve ansiedad de aventura que solías tener cuando eras menor. Aun recuerdas los colores y, aunque ahora los clasifiques por olores, los sigues viendo a tu manera.

¿Por que enviar a la chica ciega a una misión suicida? Es una pregunta fácil de responder. Si, una idea muy loca al principio, pero con mucha lógica al final. Tu tenías mejor sentido de olfato, oido, y tacto (y humor) que el resto de los presentes, similar al del canino. En las noches la vista no les servirían a muchos, y tu olfato te ayudaba a esquivar la mayoría de las cosas.

Harían juntos la misión "Envío a domicilio" junto con Bec, Dave, Jake y Aradia. Al principio Karkat, Equius y Dirk se negaron a que salieran los cuatro, pero unas palabras por parte de Rose y Kanaya pudieron resolver el tema.

Afirmaron la salida cuando Dirk informó sobre la construcción de los comunicadores realizada. Había trabajado en aquello hace mucho tiempo y parecía ser aparentemente útil. Los que tenían planeado ir ataron los aparatos en sus muñecas.

Decidieron partir al amanecer, evitarían infectados nocturnos y llegarían con más posibilidades de vivir. Te guiaste con tu bastón la mayoría del camino mientras el resto iba en silencio a tus costados, Aradia cada tanto te daba indicios de objetos que podrían hacerte caer y Dave iba delante tuyo para darte un camino libre. Tanta ayuda era enfermiza pero no por eso menos necesaria, por dentro agradecías su colaboración, pero preferías poder hacer una que otra cosa sola.

Cuando la luz comenzó a decaer ya habían entrado a la ciudad cercana. Después de revisar varios edificios decidieron meterse a una tienda que Dave había ofrecido para entrar. Cuando terminadte de verificar junto a Bec presencia extra, se metieron y siguieron a Dave. Entraron por un pasadizo un minuto más tarde y descansaron allí toda la noche. Pudiste escuchar varios ruidos y como una pantalla de encendía, no sabías como explicarlo pero se podía escuchar el pequeño pitido de cuando una televisión se enciende.

Te molestó el hecho de que no pudieses escuchar más, pero pudiste sentir el cambio en los colores de las pantallas, no sólo era negro, había varios. Te sobresaltaste al oler aquel chillón y chocaste con Aradia al retroceder, quien te sujetó con delicadeza al prevenir tus movimientos.

"Están afuera, no te preocupes." Te susurró.

Asentiste un poco dudosa y decidiste dormir para evitar seguir pensando en aquello.

"Karkat." Se escuchó a tu izquierda.

"Hey idiota ¿Aun vivo?" Se escuchó en un susurro del otro lado.

"No, te dejé este mensaje pre-grabado para decirte que estoy muerto y que ordenes mi habitación cada vez que la uses al llorar por mi pérdida." Ironizó.  Reiste en voz baja.

"Si serás estúpido..." contestó el malhumorado. "Deja de llamar, puedes estar en peligro."

"Nah, estoy en el lugar en donde encontré a Alcalde. Estamos a salvo aquí." Lo tranquilizó el de la voz cercana a ti.

"Más te vale..." murmuró el otro en la otra línea antes de que te quedaras dormida.

La mañana comenzó con una lamida de tu perruno amigo con modificaciones genéticas. Volvieron a salir de donde quiera que estaban y recorrieron mucho más que el primer día. Bec era un gran guía y con correa era bueno para que pudieses ir con calma. Gracias a la idea de avanzar de esta forma lograron salir de la ciudad al final del día, tuvieron que esquivar calles y apurar el paso varias veces para llegar a una casa abarrotada con olor a madera y barniz. Escuchaste como forzaron la entrada para poder cruzar y junto a Bec inspeccionaste la zona antes de pasar.