Andrómeda

Capítulo 7: Don't Let Me Go (Pt.2)

-Demonios...-murmuró Meto un poco preocupado al momento en que el celular de Koichi entraba en buzón- Ah, tendremos que trabajar tú y yo entonces Ruana-añadió el oji verde mirando a su oso de peluche y sonrió de manera triste.

-Tenía que ser un idiota-decía MiA con el ceño fruncido y sentándose en la terraza mientras hojeaba la carpeta que tenía con los proyectos por venir.

-Milagro que te veo solo-comentó Tsuzuku acercándose hacia donde estaba su amigo y se sentó a su lado mientas sacaba un cigarrillo y encendedor- Y sobre todo molesto ¿Qué pasó esta vez?-añadió el peli negro comenzando a fumar.

-No pasó nada y aléjate de mí, no me gusta que fumes cerca de mi cara-replicó el rubio con molestia y separándose pocos centímetros de él.

-No eres mi madre. Ya cuenta, hasta das miedo cuando te pones así-comentó este mientras daba caladas al cigarrillo y miraba al oji azul por el rabillo del ojo. Un silencio incómodo se apodero de ambos. Tsuzuku suspiró pesadamente y apago el cigarro- MiA, te conozco desde de años, eres peor que un niño cuando hace berrinche. Sé que tienes algo y tú cara lo muestra demasiado-

-¿Puedes callarte? Ya sé cómo soy, no es necesario que me digas esas cosas- El peli negro no se inmuto por lo dicho. Subió ambas piernas al sillón, acomodo su barbilla en sus manos y miró con una sonrisa ladina al rubio- Cuéntame que pasó-

-Ah, está bien-dijo MiA con resignación y miró a Tsuzuku quien este esperaba la razón de su enojo- Me enoje con Meto porque apareció Rena así de la nada y solo lo miró y corrió a sus brazos. Meto fue a verme pero no quería hablar con él, con saber que aún piensa en ese idiota me basto para irme y quedarme aquí-

-En verdad que eres un imbécil-respondió el oji miel seguido de una risotada, que solo hizo que MiA se pusiera más molesto- Un celoso imbécil-

-¿Ahora por qué me llamas así?-

-Ay MiA, déjame preguntarte algo, ¿En algún momento Meto te escondió algo, no te tuvo confianza, que se yo?-

-No, siempre me cuenta todo-dijo el rubio calmándose un poco- de hecho me tiene mucha confianza-

-Ahí está. Querido amigo-decía Tsuzuku colocando su mano en el hombro derecho del rubio- no solo eres un celoso, sino un desconfiado. Llevas dos años con él, lo conoces desde hace 7 años y se te ocurre dudar de él.

-¿Qué dices?-

-Es bien simple. Lo que me dices es que Meto no tuvo la culpa de nada. Digo, es normal que se emocione por alguien que no haya visto en mucho tiempo pero tampoco significa que te haya sido infiel. Creo que debiste escucharlo. Al igual que tú, fue sorpresivo que Rena apareciera así de repente.

-Soy un pésimo novio-dijo al fin MiA después del "sermón" que le dio su amigo. Apoyo su espalda en el respaldo del sillón y echo la cabeza hacia atrás- Soy un imbécil-

-Corrección, eres un celoso imbécil- replicó Tsuzuku.

-Necesito hablar con él-y dicho esto, MiA se levantó de su asiento pero fue detenido por la mano del peli negro

-Tranquilo Romeo, todo a su tiempo. Si quieres hablar con él dale también que piense algunas cosas, ya hablaras con él al rato. No te preocupes-