Capítulo 3

184 16 15
                                    

Nuestra felicidad

Como si la naturaleza tuviera conocimiento del suceso que está a punto de pasar, les regaló a los novios un día glorioso. Todo era diferente, los rayos del sol, el ligero susurro del viento, los deseos de dos corazones que el día de hoy se volverían uno. La situación era armoniosa y caótica, ambas al mismo tiempo, el sentir, la emoción, los nervios, cada uno se manifestaba diferente en sus portadores. Sin duda este suceso marcaría un punto y aparte en el transcurso de la historia.

I

El entusiasmo llenaba la habitación del joven italiano que se miraba fijamente al espejo, usando su traje blanco con detalles dorados, el olor a nuevo envolvía a su olfato provocando cada vez más las tan llamadas "mariposas en el estómago". El castaño solo tocaba con su mirada el trabajo que su sastre le había dado, solo se veía a él, tímido, feliz, tan lleno de emoción que no sabía que más le faltaba por hacer hacía su persona, lentamente se acercó al espejo hasta tocarlo con la yema de sus dedos, para así regalarse una sonrisa, provocando que unas lágrimas emotivas brotaran de sus ojos.

-Hoy es el día- pronunció para sí mismo mientras se secaba las lágrimas que rodaban por su rostro.

De pronto un ligero golpe en la puerta deshizo el ambiente cargado de diversos sentimientos.

-Feliciano, ¿todavía tardas?, no creo que debas llegar tarde a tu propia boda- dijo la voz de un joven al otro lado de la puerta.

-¡Oh fratello!-, snif, -disculpa mi demora, estoy un poco nervioso y no sé qué más me falta- replico el joven de ojos color miel.

-¡Tsk, si serás inútil!- pronuncio el italiano mayor con un tono de molestia-Debiste haberme llamado antes, ¡tenemos que apresúranos o llegaras tarde!-finalizo el varón de ojos verdes.

Confundido por la anormal actitud de su hermano, Feliciano no dudo en cuestionarse si aquel muchacho que le ayudaba en ese momento era en verdad su prójimo.

-Lovi... ¿Te sientes bien?, actúas muy extraño-

Lovino que ahora aplacaba el cabello de su hermano, solo dio un pesado soplo

-Por mucho que no me agrade la idea eres mi hermano, tonto e inútil pero mi hermanito a final de cuentas, no me queda más que cuidarte... al menos... antes de que... te entregue- finalizo con la voz entre cortada.

Como si el tono de la voz le hubiese tocado el corazón a Feliciano, este le brindo un afectuoso abrazo.

-¡Gracias Fratellino!, eres el mejor de todos, no sabes cuánto te quiero- dijo el de ojos amielados, mientras abrazaba a su hermano.

Este último con su humor tan conocido y haciéndose el fuerte solo le brindo a su hermano unas pequeñas palmadas en la espalda y replicando con una voz más delicada... -¡Joder!-, snif, no me pegues tus tonterías, mejor apurémonos que la ceremonia civil comienza a las 16:00 y debemos estar en el jardín a las 15:40, además... Aún tienes planeado visitar la iglesia con el bastardo patatas ¿no?- dijo el de ojos verdes recobrando su acostumbrada actitud.

-Si- contesto Feliciano - Aunque un sacerdote no nos case, sé que nuestras plegarias llegaran al cielo-

-Bueno, al menos deberías agradecerle al inútil de Antonio que será quien oficiara la boda- musitó el italiano mayor.

-Antonio es una gran persona, no sé qué haría sin personas tan grandiosas como todos ustedes- le respondió Feliciano a su hermano.

Lovino no hizo más que resoplar resignado, mientras le palmeaba la cabeza a su hermano, el italiano menor le sonrió y este de manera sutil le regreso el mismo gesto, mostrándole un mirar que casi pocos conocían. Una mirada dulce.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 16, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Juntos por siempre...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora