Después de 20 largos minutos en los que ninguno de los dos había hablado, decidí romper el silencio.
-Bueno, ¿Vas a decirme ya a dónde vamos?
-Y falta poco, no seas impaciente.
Rodé los ojos y seguí mirando por la ventana.
De repente, el olor a sal inundó mi nariz, y a lo lejos pude observar el mar.
-¿Vamos a la playa?
-No a cualquier playa. Me contestó mirándome con una sonrisa, y me guiñó un ojo.
Aparcó en un mirador al lado del paseo marítimo. Hacía buen día, por lo que la playa estaba repleta de gente, incluso bañándose.
Jared sacó una pequeña nevera del maletero y me hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera.
Caminamos unos cinco minutos, alejándonos de todo el mundo y entrando en una pequeña cueva de rocas.
Al entrar, me quedé con la boca abierta.
No se trataba de una cueva la cual entras y es oscura y da grima. Era una cueva con doble salida, que daba a un pequeño trozo de playa vacío, no había nadie por allí. Era realmente bonito.
-Y... ¿Qué te parece Cisne?
-Es increíble.
Observé como mi respuesta le había gustado, ya que mirando al lugar, sonrió para sí mismo.
-Este lugar es muy importante para mí. No suelo venir con nadie, eres la primera persona a la que traigo.
Me guiñó un ojo. Esas palabras tenían algo detrás, por como las decía mientras que miraba el lugar de nuevo.
Nos sentamos en la caliente arena. Jared sacó una cerveza para él y una coca-cola para mí.
-¿Dónde estabas hoy? Le pregunté. Era un poco extraño que no hubiese aparecido en Popeyes con Mason y los demás.
Sonrió maliciosamente.
-¿Ya me estás controlando? Recuerda que no es una cita Cisne.
Idiota.
-No te estoy controlando, me ha extrañado no verte hoy en Popeyes con el numerito que se ha montado.
-¿Qué?
Vaya, para ser tan amigos no se cuentan demasiado.
-He ido a comer allí con Brooks y unos amigos, cuando han aparecido Mason, Gwen, Robert y Steve.
-¿Mason y Brooks se han visto?
Parecía que estaba bastante sorprendido.
-Mmm... sí, y no ha acabado precisamente bien.
-Me hago una idea. ¿Qué hacías tú con Brooks?
-Nos llevamos bien y me invitó a salir con sus amigos.
-¿Con los frikis esos?
-Jared. Lo miré cortante.
-Vale vale, lo siento.
Aparté la mirada y miré al mar. Hacía un calor insoportable y me estaba cociendo, y eso de tener el agua enfrente sin poder meterme no ayudaba.
Jared se levantó de un saltó y me miró.
-¿Qué?
-Vamos al agua.
Empiezo a pensar que la gente lee mi mente.
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Soñar en puntas - PUBLICADO
Teen FictionJacqueline Price, movida por seguir los pasos de su abuela y cumplir su sueño, deja todo atrás para empezar su futuro como bailarina en la universidad de Seattle. Su camino se verá interrumpido por envidias, celos y problemas en los que será involuc...