Me monté en el coche con Jared. Se notaba una pequeña tensión y ninguno de los dos habló. Yo seguía un poco cabreada, pero no sabía si era por el beso que le había dado Charlotte o por mi estúpida cabeza al pensarlo.
¿Qué te está pasando Jackie?
Seguía sin comprender el hecho de que Jared odiase tanto a Scott. Conmigo se había portado realmente bien, quitando el momento en el que me besó.
Por mi parte no sentí absolutamente nada. No despertó nada en mí.
-Jared... ¿Puedo preguntarte algo?
-Claro. Él seguía con sus ojos firmes en la carretera.
-¿Qué te pasó con Scott?
Al momento de realizar la pregunta, noté como todo su cuerpo se tensó de arriba abajo. Apretó le volante fuerte hasta que los nudillos se le tiñeron de blando. Y sin mirarme contestó.
-Simplemente, es un gilipollas, aléjate de él Jackie, no te conviene.
Vaya.
Por lo que parecía no quería contarme nada, y en parte lo entiendo, apenas nos conocemos lo suficiente como para revelarme sus problemas.
Después de un corto silencio, noté que me observaba e intervino.
-¿De dónde eres Jackie?
Me fijé en como quiso desviar el tema para que no me diese lugar a volver a preguntarle sobre ello.
-Nueva Jersey.
-Bonito lugar.
-Gracias.
Esta conversación estaba siendo de lo más extraña.
-Jackie... ¿aceptarías ir a tomar algo conmigo?
¿Jared Waston me estaba invitando a tomar algo con él?
-¿Ahora?
-Me refería a mañana por la tarde.
Bien Jackie, te invita y le preguntas que si ahora, a las tantas de la madrugada, bravo.
-Mmm... está bien. Pero ni por asomo creas que es una cita.
Noté como se relajó y soltó una breve carcajada.
-Ya quisieras Cisne.
-Dijiste que si aceptaba que me llevases dejarías de llamarme así.
Lo miré.
-No no, dije que tal vez.
-Idiota. Susurré.
Me lanzó una mirada divertida y ahí estaba de nuevo esa sonrisa que me volvía loc... ¿Qué estaba a punto de decir?
Por la mañana, mi cabeza me daba vueltas. No había bebido demasiado anoche, pero mi cuerpo no estaba lo suficiente acostumbrado al alcohol.
Me incorporé en la cama, y vi que Hayden y Eli se encontraban tiradas en el suelo, dormidas por completo, y con los vestidos puestos. Por no mencionar que aun sostenían los tacones en las manos.
Si a mí me dolía la cabeza, no quería ponerme en su lugar.
Justo cuando me iba a dirigir a las duchas, mi móvil comenzó a sonar al ritmo de Satisfaction de los Rolling Stones.
Lo cogí y salí de la habitación para no despertar a las chicas, aunque creo que no lo habrían hecho.
-¿Si?
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Soñar en puntas - PUBLICADO
Dla nastolatkówJacqueline Price, movida por seguir los pasos de su abuela y cumplir su sueño, deja todo atrás para empezar su futuro como bailarina en la universidad de Seattle. Su camino se verá interrumpido por envidias, celos y problemas en los que será involuc...