Capítulo Siete

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Alice

Lo miré con los ojos abiertos.

- Si abres los ojos un poco más creo qué se saldrán - me dijo sonriendo.

- ¿Papi entonces es cierto sobre ella? - le pregunto Cristina ganando se nuestra atención.

- La bruja te lo dijo ¿verdad? - me miro.

- Si ella estuvo aquí - le dijo Cristina con voz débil.

- Bien puedes irte por un minuto a tu cuarto ha pensar en los castigos para esos dos - lo miré confundida, ¿Cuáles castigos?, Cristina desapareció literalmente - entonces la bruja te lo dijo todo - se veía serio - ¿Quieres jugó? - medi cuenta de traía una vandeja con jugó en sus manos, asenti, lo tomé y vevi tenia un sabor extraño pero a la vez delicioso, le devolví el baso y el lo puso en la bandeja sobre un escritorio - yo ya lo sabia, algo me decia qué mi interés por ti no era normal - se sentó en la cama y yo me senté a su lado y tomé su mano, el me miro confundido.

- Dime qué me vas a dejar libre - el soltó mi mano y se levantó de la cama y yo ise lo mismo.

- Claro qué no, eso ni pensarlo - dijo sin mirarme.

- ¿Porque no? - le pregunté con voz débil ya qué mis lágrimas ya estaban por salir.

- "¡¿Porque no entiende lo?!" - me grito asiendo qué me asustara y qué mis lágrimas salieran - no, no, no, no llores - me dijo en voz baja secando mis lágrimas como si temía de romperme - siempre he odiado qué llores - dijo mientras las secaba.

- ¿Entonces porque me haces llorar? - le pregunté mientras lloraba, el me miro sin emociones.

- ¿Qué quieres? qué te dejé ir para qué te cases con ese idiota - me dijo molesto, se alejó de mi.

- Y si eso es lo qué quiero - en un segundo estaba en el aire perdiendo la respiración, empecé a tocer por falta de aire, lo miré y sus ojos cafés estaban grises.

- "¡¿Si no eres mía no lo serás de nadie?!" - me grito de nuevo.

- No...sé...porque...los...dioses...te...dieron...otra...oportunidad - le dije como podía ya qué casi no tenia oxígeno pero fue un error porque la fuerza qué estaba en mi cuello aumento, todo empezó a verse borroso. Escuché como alguien entro a la habitación y caí al piso.

Jesse.

- ¿Qué haces aquí? - le pregunté y dejé caer a Alice, estaba muy furioso con ella.

- Qué le ibas hacer si no llegó - me pregunto y fue con ella, la sostuvo en sus brazos y camino a la puerta.

- ¿A dónde vas? - le pregunté enojado.

- Es mi madre puedo llevarme la a dónde yo quiera - alce una ceja.

- Si pero ella es mía - me acerqué a él y sacó sus colmillos y sus ojos se volvieron grises igual qué los míos - esté no es tu problema Alan - lo qué más odio de mis hijos es qué se metan dónde no los llamo.

- Me importa una mierda - dijo para desaparecer.

Catherine

La habitación en dónde estaba era muy grande y todo era neutral hasta el jabón del baño.

- Señorita aquí esta su comida - una mujer pálida y de cabello oscuro apareció en la habitación, dejó la comida en la mesita de noche y salió sin dejarme tiempo a responder.

No tenia habré, me senté en la cama y empecé a recordar como llegue aquí.

**** {Recuerdos}****

Seguí el camino llenó de narcisos hasta llegar a un rió, en frente de esté había una banca pero no estaba vacía un chico estaba hay. Me di la vuelta para irme ya qué no estaba segura de aser esto.

- Ven aquí Catherine - me paré en secó al escucharlo - ¿quieres qué valla por tí ?- me di vuelta y caminé hasta el con algo de miedo, llegue y me senté a su lado, el no quitó su vista de mi y yo solo miraba el río.

- ¿Cómo sabes mi nombre? - le dije rompiendo el silencio, fijé mi vista en el, debía admitir qué era muy guapo y sus ojos azules eran como ver el mar.

Si no fuera porque no lo conozco y no estuviera muerta de miedo me dejaría perder por esos lindos ojos azules.

- Gracias - lo miré confundida - por el cumplido y eso de qué no me conoces lo podemos arreglar - mis ojos se abrieron en plató.

- Co...como...sabes...eso - tartamudie.

- Si me dieran un dólar por cada vez qué me dicen eso no dependería de mi padre y su gobierno - me dijo con una sonrisa, tiene una muy linda sonrisa.

- ¿No responderas a ninguna de mis preguntas? - le pregunté un poco cansada ya qué tenía mucho sueño y no había dormido nada anoche.

- ¿Cual de todas? - me pregunto serio.

- Cualquiera (bostezo) de las dos (bostezo) la que quieras (otro bostezo) - mis ojos me pesaban.

- ¿Tienes sueño? - asenti, pasó su mano por mi mejilla - te ves dulce toda soñolienta - puse mi cabeza en su hombro y me quedé dormida.

*** {Fín de los recuerdos}***

Y asi acabé aquí, una muy linda historia. Bueno cuando desperté el no estaba y yo muy aburrida encerrada en esté cuarto.

Cristina

- Oh por dios papá iso qué - miré sorprendida a Alan.

- Casi la mata - dijo Alan pasando su mano por el cabello de nuestra "madre", estábamos en mi cuarto acostados en la cama con ella en miedo.

- Oye y porque la trajiste aquí - me daba curiosidad ya qué Alan odia mi habitación según el es muy colorida.

- Bueno esté es el último lugar en dónde el buscaría - me mintió.

- Dime la verdad, oh quieres qué valla a tu cuarto y la descubra - lo amenaze.

- Okey Catherine está en mi cuarto - mis ojos se abrieron en plató.

- Cual Catherine, la Catherine - no otra vez, dios ten piedad.

- Si ella - me dijo serio.

- Alan no aprendiste nada de la última vez o quieres qué vuelva a pasar - el me miro triste.

- Es que no puedo resistirme a ella - me dijo triste y lo abracé por encima de mamá.

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