- ¿Cres qué esto le enseñe una lección? - me pregunto Cristina, asenti.
- Créeme si pasar tiempo con tu abuelo no le ayuda nada lo hará - dije totalmente convencida mirando a mi padre 2 explicándole cómo se produce el vino y cada uno de los procedimientos, si mi padre 2 es dueño de una gran empresa vinera en Francia, ya qué el es francés - además no sabes lo qué el abuelo hará después - le dije contenido la risa.
- "¿Qué le hará?"- Cristina parecía asustada.
- Le hará ir con el a ver cómo se prepara un vino después le hará preguntas y le contará la historia del vino y cuando y dónde fue creado y blablabla - dije en gracias y ella me miro ¿aliviada?
- ¿Sabes qué día es mañana? - me pregunto ilusionada.
- ¿Nop qué día es mañana? - me miró sin creerlo.
Es su cumpleaños, si no le compras un regalo te matará, experiencia propia - la voz de Alan se oyó en mi cabeza.
- Ohhh es tú cumpleaños - la abracé y ella hizo lo mismo.
Catherine
Debo admitir qué amo la playa. Seguí caminando en la arena, vi a lo lejos una canasta bajo un árbol, fui a ella y me sorprendí cuando un linda bebé de no más dos meses me miraba con ternura. La tomé en mis manos y me provocó ternura su carita sonriente.
- Los bebés son lindos ¿no lo cres? - me giré y Alan tomó a la bebé.
- ¿De quien será? - no creo qué haiga gente tan mala para abandonar a una dulce bebé.
- Se llama Jessica y es mi hermana - mis ojos se abrieron en platos, Alan me explicó lo de Alice, apenas me lo tragó y ahora esto, vivo en una telenovela - y una de las buenas - me dijo sonriendo.
Alice
Quiero necesito ir a la playa, algo me dice qué tengo qué ir a la playa AHORA.
- Tenemos qué ir a la playa - dijo Jesse apareciendo cómo siempre detrás de mi en la habitación.
- Eso me suena a manada - dijo Cristina jugando en mi teléfono.
Esperen ¿Qué hace con mi teléfono?
- Cosas de adultos mami, cosa de adultos - dijo mientras reía.
- Vamos, no tenemos tiempo qué perder - Jesse tomo mi mano y en un segundo estábamos en la playa enfrente de Alan y una chica, tomé a MI bebé en brazos.
- Ya pasó bebé, ya pasó - dije abrazando la, me fijé en la chica y era ¿Catherine? - Catherine ¿Eres tú? - asintió - ven aquí zorra - le di mi bebé a Jesse y abracé a Catherine cómo si no hubiera un mañana.
Jesse
Mi pequeña princesa me veía con sus ojitos soñolientos algo confundida.
¿Papi? - leí sus pensamientos.
- Papi, pequeña, papi - le dije para besar su cabecita.
- Otra niña - Cristina apareció en el lugar - ¿y yo qué? - pregunto enojada.
- Sigues siendo mi princesa favorita - asintió no muy convencida y se fue, vi a mi nueva pequeña, es tan hermosa.
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Cristina
Odio qué me reemplazen, entre a mi habitación.
- Hola Cristina - me saludó la bruja.
- Hola bru... ¿Qué haces aquí? - cerré la puerta y termine de entrar.
- Te traje un regalo a tí también - sonreí, amó los regalos.
- "¡¿Dónde está?!" - escuché el quejido de un bebé, la bruja me paso una canasta en dónde estaba un lindo bebé, MI hijo. Acaricie su cabecita - eres una abusiva no puedes tener un bebé en una canasta - dije levanté la mirada y la bruja ya no estaba si no alguien más.
- ¿De quien es el bebe? - rodé los ojos.
- Aiden porque te importa consuelate con saber qué lo verás por toda tu eternidad - dije sacando a mi bebé de esa horrible canasta.
- ¿Qué quieres decir con eso? - me senté en la gran cama con mi pequeño en brazos.
- Qué es mi hijo acostumbra te - besando su cabecita.
-" ¡¿Qué es tu qué?!" - grito como loco y yo solo sonreí y decidí observar a mi hijo, mientras ignoraba por completo el discurso de Aiden.
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Mi pequeño tiene unos lindos ojos grises, le quité el gorrito qué traía puesto y si es rubio, besé su frente.
- Y por eso ¡No puedes decirle a tú padre qué es tu hijo! - le presté atención a Aiden.
- Y porque no, algún día se va a enterar - el se río.
- No prestaste atención ¿verdad? - negué - da lo en adopción - me atragante con mi saliva.
- ¿Estas loco verdad? - no dijo nada y su cara era seria - no lo daré en adopción, sabes lo mal qué puede pasarlo hay y además es uno de mis hermosas estupideces - vi qué mi pequeño estaba jugando con mi cabello -oh si eres uno de los pocos qué dejo qué lo toqué - le digo dulcemente.
- No llevas ni una hora y ya te encarinaste con el - asenti, abracé a mi pequeño.
Amanda
- Señorita ya es hora de entrar, el sol ya se está ocultando - negué con la cabeza mientras seguía nadando en la playa. Mi perrito ladraba en la orilla extrañando me. Vi a lo lejos unas chicas qué se acercaban con un bebé en brazos, una de ella era ¿Alice?
-"¡¿Alice?!"- grité y la chica giro y era ella, salí del agua lo más rápido posible y la abracé muy fuerte, pero sin dañar a la bebé.
- ¿Cómo es qué estás aquí? - me pregunto cuando nos separamos.
- Señorita tenemos qué irnos - me jaló del brazo.
- ¿Porque? -le pregunto Catherine.
- Por favor no me meta en problemas, se lo suplicó - me jaló aún más lejos y los guaruras se acercaron a mi y me cargaron cómo un sacó de papas y me llevaron a dentro. Podía ver a las dos y escuchar los gritos de Alice y Catherine qué al parecer dos hombres se las llevaban igual qué a mi solo qué a diferencia de Alice iba a estilo princesa mientras cargaba a la bebé y maldecia a los dos hombres.
Cristina
Acosté a mi bebé en la cama sintiendo la mirada masiva de Aiden en mi, mi bebé se durmió en unos segundos.
- Es tan tierno no lo cres - le dije poniendo almuadas rodiandolo en dónde dormía, me acosté a su lado.
- Debo admitir qué sus ojos son idénticos a los de mi madre - le escuché decir vagamente mientras yo me quedaba profundamente dormida.
