Capítulo 1

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Me desperté con el despertador de mi móvil, apagué la alarma y me paré. Me metí rápidamente a la ducha y después de unos minutos de relajación, entré en el vestidor para elegir la ropa que me pondría.

Bajé, desayuné y me despedí de mi hermana. Ni siquiera miré a mi madrastra.

- Adiós, princesita –le dije a mi hermana

- Adio, Tata – respondió mientras me daba un beso, recién había empezado a hablar.

Cogí las llaves del coche y me fui a clases. Tenía un precioso Citroën Survolt, los colores que predominaban en el coche eran el verde y el rosa ya que eran mis colores favoritos. Este coche era muy rápido y eso era lo ideal para mí ya que la velocidad me gustaba muchísimo. Me acuerdo que me regalaron este coche hace un año, cuando me empecé a sacar el carné de conducir, aunque yo sabía conducir desde los 15 años.  

El curso acababa en dos semanas y este verano iré a España, como siempre, pero esta vez con mis dos mejores amigas, Mad y Emy. Iremos a la casa de mi tío que tiene allí, con mi prima. Mi prima era una chica realmente simpática, muy divertida.  

Al llegar al instituto, se me quedaron todos mirando “no tienen nada mejor que hacer” pensé. Siempre solía ser asín, “ya que tenía un cochazo, dinero, era guapa y lista” según un chico de los populares. Estaba acabando el bachillerato humanístico, ya que quería estudiar derecho para después hacer el extra de jueza.

Me dirigí hacia la entrada donde me esperaban mis dos mejores amigas.  

- Hola, preciosas –saludé a Em y Mad – ¿Que hacéis? 

- Nada, esperándote –me contestó Em mientras me abrazaba. Acto seguido, Mad hizo lo mismo- Al final está todo arreglado para este verano?

- Sí, ayer estuve hablando con mi tío y dice que  podéis venir cuando queráis.

- Estupendo, chicos Catalanes, allá vamos! –dijo Em mientras daba saltitos. Mad y yo nos empezamos a reír.

Sonó la campana y entremos a clase. La primera la teníamos todos juntos. Fuimos a nuestras taquillas y sacamos los libros y demás que necesitaríamos. Acto seguido fuimos hacia la clase que nos tocaba y nos sentamos al final las tres juntas, Em a la izquierda, Mad en medio y yo a la derecha.  Pasamos toda la hora hablando y mirando revistas y como estábamos al final, nadie nos vio. La siguiente hora, nos tocaba a cada una asignatura distinta asín que nos separamos para tomar rumbo a nuestra clase.

Asín fue pasando la mañana hasta la hora del almuerzo. Como cada una había ido a una clase diferente, quedamos que nos encontraríamos en la cafetería. 

- Hola, cielo. Te quieres venir este fin de semana a una fiesta en mi casa – me dijo un chico al dirigirme hacia la cafetería. El chico era bastante guapo, alto moreno musculoso con los ojos oscuros.

- No lo sé –dije ya que no tenía ni idea de si a las chicas les apetecería.

- Vamos, es mi cumpleaños y nada me haría más ilusión, venga por favor…

- Venga, vale pero no te prometo nada eeh... Iré con mis amigas –di por finalizada la conversación asín que le guiñé un ojo y me alejé dirección a mi mesa.

Al llegar a la mesa de siempre, solo estaba Mad.

- Hey, Mad. ¿Cómo ha ido la clase? –pregunté ya que la clase que le tocaba a ella tenía una profesora que le caía muy mal.

- Muy bien, ¡la profesora no se ha enterado ni de que estoy allí! –dijo mientras hacia un gesto de triunfo con la mano, a lo que yo me reí.

Por nuestro lado pasó un chico extremadamente guapo, moreno de ojos azules llamativos, musculoso, alto como yo más o menos, una sonrisa blanca con los dientes perfectos; llevaba unos tejanos azules oscuros y una camiseta gris con unas supras negras. Al pasar por nuestro lado, le guiñó un ojo a Mad.

Loving my life with youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora