Capitulo 30

117 5 1
                                    

Miré el suelo y abrí los ojos como platos. Había un perro, un galgo herido tumbado en el suelo, las heridas eran recientes.

Dejé a Nat en el suelo y me acerqué, al ponerle la mano dónde estaba el corazón, él gimió y abrió los ojos, intentó moverse, pero no podía. Cogí mi móvil y llamé a un amigo de mi padre que era veterinario. Me dijo que le llevara lo antes posible a su consulta. Entré corriendo a casa con Nat en brazos y cogí una manta. Y noté el frío suelo, cogí las primeras bambas que vi y volví junto al perro. Estiré la manta al lado suyo pero pesaba demasiado para poder cogerlo yo sola, por lo que llamé a Harry para que viniera rápido.

Vino junto los chicos, que se quedaron sorprendidos, le di Nat a Zayn ya que era el que tenía más cerca y entré en el garaje para sacar el coche grande. Rápidamente lo saqué y abrí el maletero. Zayn puso a Nat en su silla y los demás pusieron al perro en la manta. El perro gimió ante el movimiento, Louis y Harry cogieron desde cada lado al perro y lo pusieron en el maletero y subí al asiento de piloto rápidamente, Harry en el de copiloto y Louis con Niall y Liam en los asientos traseros, Zayn cogió mi moto, ya que sabía conducir.

Conduje rápidamente hacia la consulta con Zayn detrás en mi moto, al llegar aparqué en la puerta y llamé al amigo de mi padre. Él salió con una camilla y puso allí al perro, se lo llevó para dentro y saqué a  Nat del asiento, la cogí en brazos y Zayn aparcó la moto al lado.

Entramos en la mini sala de espera y nos sentamos.

- Tata, ¿por qué el perro estaba herido? –preguntó Nat, hice una mueca.

- No lo sé, cielo. Alguien malo le ha pegado, pero ahora ya está bien –dije tranquilizándola.

- Ted, ¿qué te ha pasado? –dijo Louis señalando mi pelo, se me había olvidado que llevaba el pelo rosa chicle a blanco.

- Mola eeh –dije sonriendo. Niall que estaba a mi lado me dio un tirón de pelo- Auch, ¿Qué haces?

- Pensaba que era una peluca.

- Si pues espera a ver a tu novia –dije refiriéndome a Em, él se sonrojo.

- No es mi novia.

- Si, si ya verás que lo acabará siendo.

- Yo espero mi princesa –dijo él.

- Puede que no tenga corona, ¿pero que te hace pensar que no será tu princesa?

Él se sonrojó pero no dijo nada. La recepcionista se acercó a mí.

- Hola –dijo y la saludé- mira, la perrera se tiene que hacer cargo del perro y los gastos que conlleva y dadas las circunstancias en que está y lo que costará ponerse bien, dudo que se hagan cargo.

- ¿Y qué harán con él? –preguntó Liam

- Si no se hace cargo, sacrificarlo –dijo haciendo una mueca, me levanté de repente.

- Yo me puedo hacer cargo, asumo la responsabilidad, los gastos y todo –dije rápidamente.

- Eso es mucho dinero, niña. A parte se tendría que revisar tu casa, ponerse en contacto con la perrera, ponerle el chip, todo. Es complicado.

- El dinero no es un problema, mi casa es grande.

- Bueno, ¿eres mayor de edad? –Preguntó y asentí- bueno, déjame hacer un par de llamadas.

- De acuerdo.

Se fue y me volví a sentar, Louis tenía a Nat en brazos. Estaba nerviosa por si le podía pasar algo al perro, por lo que no podía dejar de mover mi pie.

Loving my life with youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora