Dos días perfectos cap 20

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No podía dormir, estaba muy nerviosa por la discusión con mi hermano, me dolía esto se nos iba de las manos yo tenía mi futuro con Maria pero el es también parte de mi vida y noto que lo estoy perdiendo, a veces pienso que tengo que dejar que se equivoque y caiga pero pase lo que pase estaré ahí para recogerlo, pero y si al final tiene razón y Maite a cambiado y son felices, tendré que darles tiempo y estar atenta.

Me levanto no paro de moverme y no quiero despertarla ha pasado casi toda la noche pendiente de mi, he manchado un poco de sangre ayer me dijo que si pasaba era normal, me limpio y me pongo hacer el desayuno,me abraza por detrás mientras preparo el café.

-no tenias que haberte levantado estos días me toca a mi mimarte y cuidarte.

Me doy la vuelta y mis manos se enredan en su pelo y ella me agarra de la cintura, nos miramos a los ojos y me pierdo en su mirada, esos ojos verdes que con sólo mirarme me derrito y no puedo hacer más que besarla, ella me da la vida y yo que siempre creí que sólo los escenarios
me lo daban todo.

-que bien huele aunque si pudiera te desayunaria a ti.

-a la noche sin falta me cenas.

Decidimos pasear por la Sierra con las perras, Maria se empeño en comer fuera no muy lejos para que no me cansará, agarró la mochila con los bocatas que tampoco me dejo preparar y las bebidas, varias mantas se lo cargo todo ella.

-amor que no estoy enferma dejame algo.

Ella me callaba con un beso, al final desistí, agarradas de la mano estuvimos un buen rato caminando, admirando los animales que habían por el bosque, era muy divertido ver a las perras detrás de las ardillas intentando cogerlas, llegamos a un descampado con un árbol bastante grande hacia bastante sombra, decidimos quedarnos ahí a comer, me senté apoyada en el tronco del árbol mirando a mi chica preparando lo todo, primero les dio agua a las perras yo la miraba y me reía, preparo el mantel vino hacia mi se sento encima mía.

-y a ti que te hace tanta gracia no paras de reírte de mi.

-nada solo que te veo toda concentrada y me gusta la cara que pones.

-y tan fea estoy.

-que va eres preciosa lo más bonito del mundo.

-pelota jajaja

Me besa mis manos van a su nuca y las suyas se mueven por mi pelo, no podemos dejar de basarnos, solo cuando el aire nos falta, juntamos nuestras frentes después de este beso en el que nos hemos dicho de todo sin hablar.

-comemos.

-siempre rompiendo el momento te gusta más el comer jajaja.

Entre muchas risas cómplices y con las perras intentando robarnos la comida porque a mi chica se le había olvidado traerles su comida y yo con el hambre que llevo tener que compartir.

-eres un desastre siempre se te olvida algo.

-pero me quieres.

-eso es verdad y demasiado.

A mitad de tarde decidimos recoger empezaba hacer fresco y agarradas nos bajamos a la cabaña,encendí yo la chimenea por que si nos quedamos congeladas, nos duchamos juntas entre muchas caricias y besos,de esta noche no iba a pasar sin hacer el amor ya me encargaría yo, me encontraba bien no había vuelto a manchar.

Entre las dos preparamos la cena una ensalada de pasta llena de todo,volvimos a poner el colchón al lado del fuego, ya en la cama mientras me miraba mi mano se colo por debajo de su camiseta de pijama acaricie con las llamas de mis dedos su abdomen su piel se erizaba ella acariciaba mi mejilla con sus dedos, yo subí un poco mi mano, la pase por el medio de sus pechos, quería ir despacio hacerla sufrir, pase por encima de su pecho rozó su pezon primero, con el dedo hice círculos sobre el, en nada se puso duro, pasaba mi mano por todo su pecho, su respiración iba acelerando se.

-Malu para.

-y si no quiero

-si empezamos no podremos parar.

-es que yo no quiero parar

-debes de guardar reposo.

-ayer hoy no, no me seas aguafiestas.

Iba a hablar pero ya no la deje ataque su boca, mordi su labio inferior, nuestras lenguas ya estaban luchando entre ellas, me puse encima de ella devorando la, le quite la camiseta para devorar ya sus pechos me volvían loca, tenían su tamaño perfecto ni grandes ni pequeños,yo me los comia y acariciaba, María pasaba sus manos por mi espalda y bajando a mi trasero agarrando lo y aparentando contra su cuerpo moviendo las caderas, el placer era intenso y eso que aún estábamos vestidas, cosa que cambie pronto le quite los pantalones con las bragas mientras le daba besos por todas partes, en sus ojos ya solo había pasión y lujuria.

-Malu me vuelves loca.

La bese me volvía loca que sus gemidos se perdieran en mi boca.

-quítate la ropa estoy en desventaja.

-quítame la tu.

Me arrancó de un tirón mi camiseta agarró mis pechos con sus manos luego fueron mis pantalones y mi tanga y ya desnudas las dos y yo encima suya nuestros sexos se unieron en uno, nuestras caderas empezaron a moverse al mismo ritmo hasta que nuestros gemidos dijeron que habíamos llegado al final nuestros cuerpos cayeron rendidos.

Así pasamos los dos días dos días perfectos.

Hoy era el día de la prueba definitiva, donde por fin nuestro sueño se haría realidad, Maria trabajaba por la mañana habíamos quedado por la tarde en el hospital, yo llevaría las cosa tenía que quedarse un par de días ingresada hasta que se viera que el óvulo mi óvulo quedará bien implantado y ya podríamos decir con la boca grande que seríamos mamás, yo estaba muy nerviosa, Maria siempre que tenía un hueco me llamaba, no se como podía estar tan tranquila, me imagino que al ser médico lo tenía más que superado.

Como ya lo tenía todo preparado y la casa se me caía encima decidí ir antes y comer con ella, no le dije nada quería darle una sorpresa, deje a las perras preparadas con su comida y agua, cuando ya estaba a punto de salir sonó el timbre, maldige para mis adentros quien era a estas horas abrí la puerta y la sorpresa que me lleve fue tremenda y no agradable

El cuerpo del delito 2°temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora