05, Ben

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   Un pequeño balanceo fue el responsable de que mis ojos se abrieran. La Finca se movía de arriba a abajo con cada paso que Minho daba y sus manos me apretaban cada vez más. Me cargaba cubierta con una manta, aquella que había traído la noche anterior para dormir a mi lado en el bosque. Me agarré de su cuello con delicadeza creyendo que podía caer en cualquier momento, pero probablemente esa sería sólo una excusa para acercarme más a él. Los habitantes ya estaba despiertos y el movimiento a mi alrededor había comenzado a notarse en mayor cantidad.

        —Shhhh— había callado Minho—Las vacas pesan menos que tú, ______

        —Acomodé esa Hamaca, recuesta la con cuidado— de a poco, fui quedando estirada en la hamaca que Newt había preparado para mi. Tenía el cuerpo débil, sentía frío y fatiga.

   Los chicos se alejaron un momento a hablar a solas mientras me calentaba con la manta. Mis ojos se cerraban enseguida, tenía la sensación de haber sido pisada por miles de vacas corriendo de Winston rumbo al Laberinto. Era comprensible, nadie quiere ser rebanado de una manera tan brutal, menos si se trata de Winston. Intenté abrir mejor los ojos para mirar a mis amigos, pero los sentía irritados y pesaban. Comencé a sentirme confundida, ¿Qué hablaban a solas? ¿Por qué desperté tan débil?

      Observé hacia los muros que ya se encontraban abiertos. Recordé que hoy acompañaría a Ben en su sección, creíamos que algo había podido cambiar porque de un momento a otro, había algo distinto. Me levanté apurada, tenía que salir a correr en el Laberinto.

        —¡______, recuestate!— miré a Newt extrañada, de un segundo a otro comenzó a girar hacia un costado. Sus brazos me sostuvieron enseguida, la cabeza comenzaba a doler y tuve un mareo

        —¿Qué pasa?— atiné a preguntar confundida

        —Creemos que dormir en el bosque te trajo malestares.

       —Te quedarás aquí ayudando a Newt y al Novato, Ben cubrirá tu sección.

        —¿Qué? ¡No, tengo que acompañarlo!

        —Oye, ______ no estas bien. Tienes una cara de Shuck y es la cara más Shuck que he visto alguna vez.

       —¡No, Minho estoy bien!— me levanté perdiendo el equilibrio —Shuck, no puedo quedarme aquí sin hacer nada

        —Escucha— dijo Newt —, si te mejoras podrás ir por un tiempo, pero primero comerás algo, me ayudaras con Tommy y podrás salir. Depende de como te vea durante la mañana. Pero prefiero que te quedes. Alby también creerá lo mismo, no lo dudo

   ¡Shuck, Minho! Mantenía silencio cuando más necesitaba que alzara la voz.

        —Entonces hablaré con Alby, me entenderá— a pasos lento me alejé de esos garlopos. No iban a detenerme así como así, tenía que ir con Ben, lo había prometido días atrás.

   Mis ojos no se despegaron de las puertas abiertas. Ahí estaba mi vida, era cierto. Pasaba más tiempo ahí dentro que aquí con los Habitantes.

        —Pero que Plopus— me detuve. Chuck acompañaba a Thomas junto a un árbol, lo extraño era que Chuck reía como un loco. Acababa de golpear su pierna como si le hubiera dado con un látigo y limpiaba sus lágrimas. Thomas no quitaba su vista de los muros con una pequeña sonrisa en el rostro como si lo que sea que Chuck hubiese dicho le causara un poco de gracia.

   Recordé a Gally. Aquel medio día en el que corría de vuelta asustada y todos esperaban del otro lado del pasadizo. Había pasado por un momento de shock, las palabras no salían de mi boca y tenía miedo de ser tocada por los demás.Preguntaba por Gally y nadie respondía. Fue la primera vez que me enfrenté a uno de esos malditos desgraciados, él me había salvado de ser pinchada, pero la suerte no estuvo de su lado. Minho y Ben lo trajeron de vuelta una hora antes de que las puertas cerraran. Esa noche había sido una tortura para ambos. En la habitación de la Finca me encontraba con Jeff, que curaba algunos rasguños en mi cuerpo, pero el otro lado, en la habitación siguiente de encontraba Gally. Gritaba con fuerza, Newt, Alby y Clint estaban en la habitación junto a él. En su piel había una herida profunda y sus venas sobresalían. Su piel estaba más pálida y daba la impresión de que se encontraba en el infierno.

She's My Runner | Minho | TMRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora