Reina de corazones (Rose & Rosie)

Capítulo 3

Sabía que era tarde por la luz que entraba por la ventana.

Después de forcejear con mi cuerpo, desperté espere ver a Rosie a mi lado pero no la encontré mi brazo aún estaba marcado por la fuerza de cómo se abrazó Rosie a él, aun así puede que haya sido una de las mejores noches.

Hice la cama y me dispuse a buscar a Rosie, pero no la encontré. En la sala del primer piso encontré una taza de café y una caja con tres donas sobre una mesa, a su costado estaba una nota:

"Rose tuve que irme a trabajar, he pasado una bonita noche me tome la libertad de apuntar mi numero en tu celular y también tengo tu número, me hiciste sentir muy bien anoche. Tuve que bajar tu celular porque tu amiga Emma no dejaba de llamarte y quería que durmieras bien.
Besos
Rosie."

Si Rosie fuera calor y yo hielo, no tendría que estar necesariamente cerca como para derretirme.

Termine el desayuno que me había dejado Rosie y me fui a casa, hoy era un día soleado y todo marchaba bien hasta que me iba acercando más a mi casa.

La puerta de vidrio estaba abierta pero notablemente no habían podido pasar la puerta principal, algo que me asustaba mucho más es que mi cochera estaba abierta, quienquiera que haya querido entrar a mi casa debería estar en la cochera. Tome todo el coraje que tenía y entre a la cochera, no había nada raro y mi coche aún seguía allí, pero había alguien dentro.

Note que, en los asientos traseros alguien estaba durmiendo, me acerque despacio a la ventana hasta que la persona dentro despertó de golpe y pego su cara a la ventana. Casi tuve tiempo de gritar.

_ ¡Emma! –deje escapar un grito

_ Mierda Rose, me has asustado. –dijo Emma abriendo la puerta de mi auto.

_ Creo que esa es mi frase. –dije más calmada pero aun con una mano sobre mi pecho.

_ Lo siento, es que ayer tuve una reunión con mis amigos de la universidad y ya no me alcanzo el tiempo para irme a mi casa y como tu casa estaba más cerca... lo siento. –Se excusó

_ Mi casa es tu casa Emms no te preocupes. –dije relajada.

_ ¿Y tú donde te habías metido? –Alzó una ceja mientras caminábamos hasta la entrada de mi casa.

Decirle a Emma Carlile que había pasado la noche con Rosie Spaughton no iba a ayudar mucho así que solo dije:

_ Sabes que ayer era domingo de cenar afuera y como tú estabas ocupada fui a la casa de mi abuelo y ya no me dejo ir.

_ Típico del abuelo Dix, pero ¿Por qué no fuiste en coche?

Piensa Dix, piensa:

_ Tome el autobús.

_ Si tú lo dices. –dijo alzando los hombros.

Afortunadamente supe cambiarle el tema a Emma y es que recientemente estaba saliendo con un chico y estaba muy ilusionada.

Si pudiera contarle también lo ilusionada que estaba de Rosie.

No voy a mentir, después de la noche que pase con Rosie no había tomado mi celular si no para otra cosa que solo revisarlo y ver si había llamadas de Rosie.
Puede que suene algo orgulloso pero los encuentros que habíamos tenido habían sido porque yo los había provocado, si es que después de la noche que pase con ella, por lo menos me quiere como amiga creo que debería llamarme después de todo ella tomo mi número de teléfono.

Como de costumbre, para distraerme había empezado a hacer videos en YouTube y me sorprendía con la cantidad de seguidores que no hacían otra cosa que seguir creciendo. Mi contenido se concentraba en hacer videos cómicos acerca de temas serios y hasta ahora funcionaba.