Capítulo 8

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Los días pasaron y si bien no vi a Rosie estuve conversando mucho con ella a través de Skype, incluso habían momentos en los que Emma participaba en la conversación y hacían algunas bromas entre ellas lo que me puso muy feliz, Rosie invito a Emma a su fiesta y Emma aceptó, luego cuando Emma no escuchaba Rosie me decía que Hannah también estaba invitada y que probablemente Emma no debería saber porque la volvería loca y no querría ir.
Hicimos muchos juegos, jugamos a "Verdad y Reto" uno de los retos de Rosie fue llamar a un amigo y decirle que me volvería heterosexual por él. Claro que después Emma tuvo que llamarlo y explicarle que estábamos jugando solamente, yo no podía hablar porque me dolía mucho el estómago de tanto reírme. Mi actividad favorita fueron las dos veces que Rosie me pidió que le contara historias para se durmiera, era hermoso verla dormir.
Emma por fin salió de vacaciones del jueves y ese mismo día fuimos a un supermercado para hacer las compras semanales, últimamente nuestra comida era prácticamente golosinas y gaseosas, así que el jueves cambiamos de sección y nos fuimos por frutas y verduras. "Iugh, verduras"
Al volver a casa pasé apropósito por la casa de Rosie e hice el sonido "Cuu, Cuu" pero ella no salió.
Al llegar a casa, llame a Rosie por Skype pero no estaba en línea, traté de que eso no me distrajera, después de todo Rosie no tenía que ponerme al tanto o avisarme que iba a hacer cada día, no es como si fuera mi novia aunque eso era lo que más quería.

El viernes por la mañana me levanto el sonido de mi celular:

_ ¿Sí? –conteste entre sueños.

_ ¿Rose? Ya despierta.

_ ¿Laura? ¿Qué pasa?

_ Los abuelos no dejan de llamarme, quieren saber si vamos a pasar la navidad con ellos. Quieren que les confirmemos con anticipación para que compren los regalos.

_ Cierto, me había olvidado que se los prometí. Si iremos.

_ Quieren saber también si irán papá y mamá.

_ No lo sé, no he hablados con ellos desde hace dos meses.

_ Que ingrata eres, deberías irlos a ver.

_ Veras hermana, no siempre se me apetece conducir hasta Londres.

_ Como sea, trata de averiguar si irán, a lo menos llámalos.

_ Claro.

_ Rose, hablo en serio.

_ ¡Está bien! Prometo llamarlos.

_ Buena chica, estoy camino al trabajo, espero tu llamada hasta hoy en la noche con la confirmación Rose o no dejare de llamarte.

_ ¿Sabías que eres la hermana más molestosa de la tierra?

_ Y tú la más ingrata.

_ Ten un buen día Lau. –dije queriéndome librar de esta conversación lo antes posible.

_ Hablamos luego.

Termine la llamada y vi la hora, era casi medio día. Me apure a asearme y cambiarme de ropa, solo un short y una camiseta sin mangas hoy.
Salí de mi habitación y percibí un olor, no cualquier olor, olía a carne cocida. Alguien estaba cocinando en mi patio. Abrí la puerta de vidrio y encontré a Emma que vestía una pantaloneta negra y una camiseta blanca, llevaba también lentes de sol y tenía el cabello atado en un moño e increíblemente estaba cocinando carne en la parrilla.

_ Si yo no lo hacía, nunca lo ibas a hacer. –Me dijo Emma al mirar mi cara de sorpresa al verla cocinar.

_ ¡Emma! –fue lo único que dije antes de lanzarme a abrazarla, era cierto que no hacíamos comida en casa desde hace un buen tiempo pero quería ser yo la que cocinara algo para ella, después de todo ella ya había hecho muchas cosas por mí. –Estoy furiosa contigo.

Reina de corazones (Rose & Rosie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora