Capítulo 5.

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Dejo que el líquido baje por mi garganta y queme a su paso. Veo como Lucky me da una mirada de desaprobación que a la vez es divertida. Haley por otro lado, está algo ebria e intenta manosear a Neels, quien la mantiene a raya. Yo por el momento estoy disfrutando el sentirme victoriosa por haber obtenido el trabajo. Cuando estuve por irme de la entrevista con las esperanzas destrozadas, quien sería mi nuevo jefe me dijo que estaría contratada. Al entrar estuve algo desconcertada, pues la persona que se encontraba detrás del escritorio no era como esperaba. La imagen que tenía en la cabeza era de un hombre mayor, canoso, casi calvo y con lentes. Y él era todo lo contrario. Rondaba los 30 años, su cabello negro incluso brillaba y podía apostar que su vista es mejor que la mía. Aunque al principio me había sentido un poco intimidada, como pasó la hora me relajé gracias a la ayuda de Josh, mi nuevo jefe. Por ahora veía mi vida desde una nueva perspectiva. El lunes empezaría a trabajar y mañana tendría una cita con Lucky. Y aunque faltaba poco para los finales, me sentía extrañamente bien.

Después de varios tragos de vodka, estoy igual o más borracha que mi amiga. Mi vista se vuelve desenfocada y mi hablar suena peor que el de un bebé. Soy consciente de cuando Lucky menciona que ha sido suficiente bebida por hoy y los berrinches que hago. Me hace caminar para salir del local pero mis pasos son algo torpes, así que me toma por un brazo y me carga estilo nupcial. Acomodo mi cabeza en el hueco de su cuello y aspiro el aroma que desprende. Llegamos a su coche y me deposita en el asiento trasero. El trayecto de camino a casa se me pasa en unos segundos (lo cual es culpa de la bebida). Cuando nos encontramos en la puerta del departamento, él busca las llaves en mi bolsa y abre. Me deja sobre mi cama y comienza a desabotonar mi blusa.

— ¿Qué estás haciendo?

Quiero que mi voz suene en un tono normal, pero fallo y arrastro las palabras. Él no responde y ahora se encuentra desabotonando mis jeans.

—No creo que quieras dormir en esa incómoda ropa —dice y suelta una risa.

Murmuro algo que ni siquiera yo soy capaz de entender y disfruto de la suavidad de sus manos al contacto con mi piel. Protesto cuando sus manos abandonan mi cuerpo y celebro internamente cuando estas regresan para colocarme una camiseta.

—Así estarás mejor, al menos hasta que despiertes y quieras darte un tiro por el dolor de cabeza que tendrás. —Él deja un beso sobre mi frente y puedo oír sus pasos alejándose.

—Lucky... —abro los ojos y lucho para que el sueño no me venza—. Quédate.

Él parece dudarlo y puedo ver su lucha interna. Mis ojos comienzan a cerrarse pero el sonido de ropa cayendo llena mis oídos. Me permito el disfrutar de sus brazos apretándome contra él y de sus manos acariciando mi cabello.

—Duerme bien preciosa —susurra.

Soy recibida en el mundo real por la luz que se filtra en la ventana. El dolor en mi cabeza me golpea como si de un tren se tratase. Me estiro y bostezo. Los recuerdos comienzan a medida que el dolor se incrementa. Miro con ceño fruncido al lado vació de mi cama. Se supone que Lucky debería estar ahí. Me acerco a mi mesa de noche para tomar mi celular para revisar la hora. 12:49p.m. y 1 mensaje nuevo.

"Am, lamento si para cuando te despiertes no estoy ahí pero tenía cosas qué hacer. Pasaré por ti a las 6, ponte más preciosa de lo que ya eres. Xx "

Me sonrojo y dejo el celular de lado. A pesar de la fachada de chico duro y malo que tenía, agregando su apariencia de modelo, por dentro era como un algodón de azúcar. Suave y dulce. Voy hasta la cocina y me encuentro a Haley con una taza de café en la mano. Su maquillaje está corrido, su cabello enmarañado y está diciendo maldiciones por lo bajo.

|| Gasoline || Lucky Blue SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora