La última conversación

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-Luna. - Dijo Rolo, dejando la pronunciación de la última sílaba a medias, como si mientras pensaba en cómo le iba a formular la pregunta, su capacidad para hablar se hubiese visto mermada.

Lo que pasó después de el recibimiento en la entrada fue casi de guión: besos, caricias, gemidos; un desastroso paseo por el pasillo hasta su cuarto a medida que ambos perdían cada vez mas ropa... y finalmente sexo. Rolo se alegró de haber cedido a su instinto; nunca podía resistirse a el truco de el "recibimiento pasional" ni a las tetas de Luna, claro. Y esperaba que nunca pudiese resistirse, la verdad.
Ahora yacían tumbados en la cama de Luna, semidesnudos y sudorosos, aun desprendiendo ese olor tan característico que tiene el sexo y respirando lentamente para recuperar el aliento.
La pausa de la pregunta de Rolo también se debía en parte a que no sabía si era el lugar y el momento adecuado para hacerla, pero ya que su libido había sido saciado, le volvían a surgir todas aquellas dudas sin una respuesta clara que antes le habían atormentado.
Tras unos segundos de silencio en los que Luna miraba espectante su semblante pensativo y serio, aun sonrojado y con el roció del sudor en la frente, Rolo formuló la pregunta:

-...¿crees que estamos vivos?
Luna no respondió y ni siquiera alteró la expresividad de su cara. Se dió cuenta de que se había expresado como un simio deficiente y, tras chasquear la lengua molesto consigo mismo, corrigió:

- Quiero decir que si crees que todos estamos vivos. - seguía sin ser preciso. - es decir, por ejemplo: yo sé de buena fe que yo estoy vivo, ¿entiendes? - Ella asintió y se arrimó a él un poco, prestando atención. - pero, sin embargo, no puedo conocer si tú, o cualquier otra persona del entorno que me rodea, del mundo, lo está. Entonces lo que te estoy preguntando es si para t-

-Sí, -Interrumpió Luna, echándole una mano ante su escasa capacidad de expresión. Se rió por dentro pensando que el buen rato que habían pasado juntos debía de haberle sorbido hasta la ultima gota de inteligencia. Prosiguió - creo que todos estamos vivos; cualquier persona, cualquier ser vivo tiene, como su nombre indica, vida ¿No?
Rolo la miró y asintió despacio.

-Pues si tú también estás de acuerdo con eso, ¿cómo es posible que dudes de la vida de otras personas? La ciencia te lo explica perfectamente, pero creo que tu alma y concepción de artista te nublan los sentidos a veces, Rolo. - le besó la mejilla izquierda y se dejó caer en su hombro, arrimándose aun mas a él.
Rolo obvió la maliciosa indirecta acerca de su "percepción de artista"; estaba acostumbrado (Luna era una chica de ciencias puras, que aspiraba a investigar temas relacionados con las matemáticas y la física; su forma de pensar era racional, lógica, se basaba en datos y en la ilustración: ver para creer. Esto se oponía totalmente a la forma de Rolo de ver las cosas, él era algo mas artístico, mas místico: le gustaba la pintura, la música, todo lo sensible y, en ocasiones, abstracto. Él creía lo que veía y lo que no veía también, siempre que aquello le convenciese. Eran un cerebro y un corazón; y, a pesar de sus diferencias, juntos formaban un cuerpo con todas sus funciones vitales repartidas perfectamente: se complementaban, se equilibraban), y volvió a arremeter contra su lógica con otra pregunta.

-Vale, sí. Te entiendo. Pero, por ejemplo; viniendo hacia tu casa, al bajar por la avenida donde atropellaron a Patrick y cruzarla, he pensado en lo que ocurrió, y me he hecho pequeño al entender que su vida, una vida llena de complejidades, de sentimientos, de sueños y miedos, se ha visto truncada en cuestión de simples segundos... - Paró y respiró, pues había hablado todo de seguido y no tenía aliento. Prosiguió al cabo de unos segundos - ... y todo eso me ha hecho pensar a su vez en que, solo con haber doblado una esquina, he dejado tras de mí a toda una estela de gente con sus respetivas vidas que realmente son como "redes de vidas" - se acababa de inventar el concepto - porque no son solo ellos, sino que esas vidas, esas personas son como son y están ahí por una red de personas que conocen, con las que conviven... -Luna entrecerró los ojos, mirando al techo, como si le costase entender lo que Rolo intentaba expresar. O como si no lo compartiese, poniéndolo en duda - ... solo con girar una puta esquina, Luna, ¿comprendes? Allí atrás se quedan mil vidas, dos mil quizá, que a su vez engloban otras tantas, y yo con girar una esquina me olvido de todas ellas y pasan a la historia; ya no sabré nada mas de ellas, no las volveré a ver probablemente.
Luna asintió, tomó aire para hablar y frenó en seco, como formulando internamente la pregunta antes de decirla; nunca hablaba sin pensar. Finalmente, al cabo de unos segundos,
preguntó:

- ¿y cómo sabes que tú sí que estás vivo?

- Ah, eso es justo lo que te estaba preguntando yo, tonta. ¿Son dudas eso que afloran en tu cerebro lógico y aburrido? ¿Es inspiración? - Dijo con aire melodramático sobreactuado. Luna entornó los ojos y chasqueó la lengua secamente.

- Sabes perfectamente que opino que todos estamos vivos, porque eso es lo que dicta la ciencia tras años de estudios y de dat-

- Pero la ciencia - Interrumpió Rolo, con tono consecuente - podría ser algo que yo, como unico ser que realmente está vivo, ha creado; de hecho, si nos apoyamos en que yo sea el unico caso de vida existente, yo habría dado vida a todo este mundo y lo que le rodea, incluso a sus misterios y penurias...

Despegó la mirada soñadora del techo y vio que Luna lo miraba con esos ojos que ya habían vuelto a su época glaciar.

- ¿Me dejas terminar la pregunta, Dios Todopoderoso; creador del cielo y de la tierra? - Se burló, algo molesta. No le gustaba que le cortasen.
Rolo asintió; por su mirada, si alguien le hubiese jurado que sus dos lunares en el cuello eran una mordedura de vampiro, se lo habría creido totalmente. A veces daba miedo.

- Lo que quiero decir es que para mí la respuesta de si estamos vivos es un rotundo sí; todos lo estamos. Ahora bien, dentro de tu afirmación de que todos nosotros somos creaciones de tu súperdesarrollado cerebro divino - esto último lo dijo haciendo muecas con la lengua y la boca, haciendo una mala imitación de Rolo. Al menos él pensaba que era mala. - , ¿cómo sabes que los demás no estamos vivos? Es decir, solo porque tu no llegues a percibir nuestra percepción, y valga la redundancia, no quiere decir que nosotros no estemos vivos... ¿sabes?
No lo sabía, pero de lo que él estaba seguro es de que ella estaba a punto de soltar la bomba; la "gran frase", el clásico reproche...

-... Creo que a veces tu condición de artista te eleva a un plano en el que te crees superior a un Dios o algo. Que, por cierto, no existen, por lo que ya tenemos otra prueba mas de que tu teoría del Creador no es mas que una respuesta a la incertidumbre que te causa el desconocer el porqué de la creación de la vida en el universo, Rolo. Nada mas.

Efectivamente; había soltado la bomba: ya se había mezclado la religión con el tema de su egocentrismo y su egolatría, que hacia que se comparase a un Dios incluso. Rolo le habría contestado "pues yo creo que tu lógica impide que expandas tu mente y dejes entrar información nueva y relevante para conocer el funcionamiento de las cosas, Luna, ¿sabes?" pero en su lugar se calló, porque discutir acerca de temas en los que tenian una opinión tan dispar era completamente inutil. En estos casos, lo mejor que uno podía brindarle a el otro era simplemente respeto y comprensión, y aunque a veces saltasen chispas entre ellos, llevaban bien el tema de tener una capacidad de razonamiento tan distinta.
Rolo se tragó sus palabras y se limitó a sonreir a Luna, quien le devolvió la sonrisa con aire incómodo.

- En la cama sí que soy un Dios. - Soltó Rolo con propósito de romper el hielo. Funcionó.

Vulnus: El DescensoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora