Capítulo Diez: "5 puntos menos Gryffindor"

77 1 0
                                    

Luego de la primera clase, alumnos de ambas casas salieron en dirección a su próxima materia. Los gryffindor debían asistir a Pociones, con el temible profesor Snape, mientras que los Slytherin tenían Defensa contra las Artes Oscuras, una materia que, según Draco era la mejor. 

Harry se coló en la multitud de jóvenes vestidos de escarlata, aún no tenía amigos dentro de su casa, eso un poco le inquietaba, no quería estar solo hasta encontrarse con Draco en alguna materia o en sus tiempos libres. La mirada del azabache seguía un solo objetivo: La cabellera castaña junto a la pelirroja. Los siguió. Unos metros mas adelante, los tres hacían su ingreso por la puerta de las mazmorras, un aula poco iluminada y de un color verdoso los recibió. Calderos de peltre, uno en cada pupitre. 

La figura del centro del salón volteó a recibirlos, llevaba una tunica negra, al igual que ellos pero sin distintivo de ninguna casa. Era en cuestión, alto, llevaba el pelo negro oscuro y parecía estar cubierto por una capa de grasa. Los ojos de aquel hombre observaron uno a uno entrar, un niño de su casa, si no se equivocaba, Neville, parecía pergamino sin estrenar, tan pálido como el papel, parecía estar aterrado por la presencia de aquel profesor. Notó que miró a Weasley con cierta repugnancia, al parecer no era al único al que le caía mal el joven de nariz sucia.

Sin embargo la mirada de aquel frívolo profesor se detuvo en él, pudo jurar sentir como la mirada oscura del azabache lo escudriñó. Claro que el no lo sabía, pero Harry era la copia exacta de James, y era lo que, el profesor odiaba mas del joven. 

-Buenas tardes alumnos- dijo una vez que estaban todos ubicados, esa fue la única vez que, habiendole ganado la partida al pelirrojo, había podido sentarse con Granger. Ella lo miró, pero era una mirada como si sintiera pena, pena por el, y regresó su mirada al frente. 

-Soy el profesor Severus Snape- mentalmente Harry recordó a Quejicus, el debía ser quien hablaban su padre y padrino. Inconscientemente una risa salió de su boca, no pudo evitarlo. Sus compañeros voltearon a verlo, mientras Snape lo escudriñó una vez mas, esta vez como si supiera que era lo que estaba pensando. -Cinco puntos menos Gryffindor- vociferó serio -Por su completa falta de respeto, Mr. Potter- lanzó como un maleficio sobre el. 

Era su primer día y ya habían comenzado con menos cinco puntos, esto debía considerarse un record. La castaña, Hermione, lo fulminó. Estaba convencido que no le gustaba perder.

-¿Cuál es la diferencia entre acónito y luparia?- soltó el profesor como si se tratase de una bomba, mientras la cara de Harry parecía ser de chiste, una única mano se alzó en todo el salón, su compañera de banco parece tener la respuesta. -Nadie? Que decepción- vociferó ignorando la mano alzada de la chica.

-Yo profesor- dijo la castaña de junto a el rodando sus ojos, con cierto aire de arrogancia -No hay diferencia entre acónito y luparia, de hecho el acónito también es conocido como Lupa...- no acabó la frase que el profesor irrumpió en su discurso -No toleraré que hable en mi clase sin permiso, señorita Granger- dijo con tono autoritario -Para la próxima clase, espero ver en mi escritorio treinta informes sobre el acónito. Buenas tardes- lanzó un maleficio sobre las persianas y automáticamente se cerraron, y salió del aula.

-Que carácter- se quejó Harry, y la castaña le dirigió una mirada, estaba a punto de llorar, lo sabía. Guardó sus cosas y salió al Gran Comedor, donde se cruzó con su buen amigo y sus secuaces.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 19, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Borrón y Vida Nueva: Harry Potter, una historia diferente~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora