Capítulo Cinco; Visitando Diagon

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Habiendo acabado de desayunar; Harry, James y Sirius se dirigieron a la chimenea, sobre ella se encontraba los polvos flú, iba a ser la primera vez que Harry viajara con este método, asi que su padre y padrino se cercioraron que dijera las palabras correctas -Una vez adentro, Harry, debes pronunciar fuerte y claro "Diagon" y tirar los polvos dentro de la chimenea, éste asiente y rueda los ojos riendo ya que era la enésima vez que se lo repetían -Diagon- dijo casi gritando y soltó los polvos de su mano, produciendo una llamarada de fuego azulada para desaparecer de ahí. James fue el segundo, se metió rapidamente en la chimenea y pronunciando fuerte y claro, apareció en el Callejon, junto a Harry -Felicidades!- le palmeó el hombro mientras esperaban a Sirius. Cerca de veinte minutos lo aguardaron y no aparecía -Quizás se arrepintió de venir- dijo mirando la hora, James -Ven vamos hacía Madame Malkin, Harry, ahí compraremos las túnicas- se encaminaron hacia la tienda donde había varios chicos de la edad de Harry dentro, al entrar todos voltearon a verlo impactados por su presencia -Señor Potter!- exclamó la dueña encaminandose a el y jalandolo del brazo -venga venga, vamos a tomarle las medidas- y sacó un centímetro mientras Harry esperaba, la puerta volvió a abrirse, esta vez aparecieron cinco cabezas pelirrojas, vestidos con ropa de segunda mano, pudo notar como el jóven que estaba junto a el, de cabellos casi blancos hacía una expresión de repugnacia a éstos y volteaba su mirada a Harry, para regalarle una sonrisa enigmática, Madame Malkin entró a buscar algunas túnicas del tamaño de Harry -Pruebalas hijo- le señala la mujer y el empieza a probarse. Al cabo de unos instantes, ya había embolsado sus túnicas y estaba listo para ir a la tienda siguiente, le dedicó una mirada amistosa al rubio, que hizo lo mismo y el y su padre salieron de la tienda -Ven, vamos a Ollivander's- dijo James encaminandolo a una tienda ubicada en una esquina, estaba vacía, ambos entraron y el anciano lo reconoció enseguida, el sabía la historia, era el niño que había derrotado a Lord Voldemort, esa clase de admiración solo hacía crecer su ego -Señor Potter, sabía que iba a venir- y sin mas saco unas varitas de sus cajas -Pruebelas- inquirió con un leve momiento de su mano, y el jóven tomó una y la agitó, haciendo explotar los vidrios, el anciano rapidamente se la quitó y con un solo -¡REPARO!- los vidrios rotos volvieron a unirse en perfecto estado. Harry tomó otra, y la varita lo escogió, lo iluminó por unos instantes, y se apagó -Maravilloso, simplemente maravilloso. La varita escoge al mago, sr Potter- dijo quitandosela de la mano para envolverla en una cajita y entregarsela -Que tenga buenos dias- Harry volteo y vio que su padre ya no estaba, salió del local y su padre estaba afuera -Vamos por unas cervezas de manteca- y este asintió, caminando hacia el negocio "El Caldero Chorreante", nuevamente.

Borrón y Vida Nueva: Harry Potter, una historia diferente~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora