Capítulo Uno; El niño que sobrevivió

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En un modesto pueblito de la Comunidad Mágica, vivía como muchos otros magos mas, una familia, una familia que pronto iba a hacerse conocida, solo por la suerte que corrieron. Esta familia eran los Potter, un mago de pura sangre y una excelente bruja, ambos estaban ansiosos con la llegada de su pequeño niño, pero fue el destino, el que decidió por ellos.  Eran tiempos de caos, todos temían que el Señor Tenebroso apareciera en sus ciudades, pero fue justamente en el Valle de Godric donde se apareció. No buscaba alguien en especial, como muchas otras veces de sus apariciones, sino torturar y matar a quien lo enfrentara. El primer año de vida de Harry, el hijo de los Potter, todo fue risas y alegrías, como si el miedo a ser encontrados se hubiera evaporado, Lilly y James, disfrutaban el día a día con su pequeño mago. Pero esa noche todo cambió, mientras James había ido a casa de la vieja Matilda, para ayudarla en sus quehaceres, el Señor Tenebroso se coló por la casa de ambos, y enfrentó a Lilly, quien con coraje y valentía se arriesgo por su niño, obviamente no sobrevivió, como todo aquel que decida enfrentarlo. Al sentir el peligro que corría su familia, James corrió, entró a su casa justo cuando el rayo de luz verde apuntaba el frágil cuerpo de Harry, sin embargo aunque los ojos de James comenzaron a brotar lágrimas, Harry pareció recepcionar esa maldición y desecharla con total naturalidad, el pequeño seguía riendo en su pequeña cuna, mientras El desaparecía por completo, con la fuente de su poder totalmente desgastada. Luego de que El se fuera, James Potter abrió los ojos, y entendió que el Señor Tenebroso le había perdonado la vida, no podía decir lo mismo de Lilly, que yacía ya sin vida en el frío suelo. Tomó el cuerpo de su esposa, y lo enterró sin vida en el jardín, con una pequeña leyenda que decía "Lilly Evans 1980. Una mujer con espíritu valiente". Se despidió de su mujer con su pequeño hijo, y huyó. Huyó al único lugar que siempre sería recibido, Grilmmaud Place, el número 12. La casa de su mejor amigo, y por demás el padrino del jóven Harry. Luego de haber viajado por varias horas, ya que el Señor Tenebroso tenía controlado todos los movimientos de los magos, llegó a destino, tal como lo recordaba entró a la famosa Mansión de los Black, un hombre de aspecto desalineado los atendió -Sirius- exclamó este quien rapidamente lo abrazó, -Potter- respondió el hombre en tono cariñoso sumandose al abrazo -No traes a Lilly? Ya te corrió verdad? -James negó con una lágrima en sus ojos, entonces rapidamente Sirius entendió, finalmente El había llegado a molestar a su casa, y en eso causó la muerte de Lilly -No me quedó de otra, tenía que salvar a Harry- suspiró negando, a lo que el hombre comprendió, su amigo se había unido a las fuerzas del Señor Tenebroso -Lo importante es la familia, James- dejandolo pasar y tomar una de las habitaciones, que en sus tiempos de juerga habían servido para mas de una aventurilla -Recuerdas a la rubia?- alzo una ceja arrogantemente el hombre desalineado -Mmmm...Cissy?- preguntó con cierta duda -Cissy Lestrange, mi prima- James asiente algo sorprendido porque su amigo acababa de nombrarla -Se casó- afirmó y los ojos de James se abrieron como platos, la única mujer que lo había rechazado, la única se había casado, y no era con el -Ah si?- fingiendo desinterés -Y con quien?- sentandose al borde de una tendida cama, junto con Sirius -Lucius- susurró y rodó los ojos -Enserio? Me rechazó para casarse con el idiota de Malfoy?- las palabras de James brotaron con algo de bronca, que hizo reir a Sirius -Sabiamos que ella no era para ti, Cornamenta- acotó el -Además de que ahora es inmensamente rica, ¿Que mas se sabe de ella?- pregunto con curiosidad sobre su antiguo amor de secundaria -Tienen un hijo, como de la edad de Harry, el pequeño es la vil copia de su padre- se encogió de hombros, Sirius, dejandole a James una imágen en su mente del pequeño Mini Lucius. -Si me ayudaras a criar a Harry cierto?- inquirió con sus ojos suplicantes, lo que hizo bufar a Sirius -¡Maldita sea, James! Sabes que no se me dan los niños- acotó de golpe y dirigió una mirada al pequeño Harry, que traía una magnífica cicatriz en forma de rayo en su frente, y no para de reir y balbucear incoherencias -Lo haré- dijo derrotado y viendo la sonrisa de su amigo -Pero luego no te quejes si tu niño sale como nosotros- acotó riendo, -Es un riesgo que no me molestaría correr, te imaginas al gran hijo de James Potter, entrando a Hogwarts por primera vez?- dijo como con aires de grandeza, James. -Pues no, no lo hacía hasta ahora, pero imagino que criado por los desastres de Hogwarts, como mas iba a salir?- soltó una risa boba, que contagió a James y rieron como bobos unos minutos, pero luego recuerda la cicatriz -Oye James, si notaste que tu hijo tiene una cicatriz en la frente no?- lo miró con cierta gravedad -No lo habrás dejado caer no es cierto?- preguntó recordando la torpeza que poseía su amigo en cuanto a niños -Claro que no menso- lo vió mal y miró la frente de Harry -Oh no, debe ser cuando El quiso matarlo- Sirius abrió los ojos como platos -El gran mago quiso matar a mi ahijado, y no lo logró?- repitió dos veces sin creerselo -Oye James, no se si sabes, pero tienes un niño muy especial aquí- cargando a Harry, quien tironeo de su barba por un rato -Harry Potter- dijo Sirius -Harry Potter- repitió -El niño que sobrevivió-.

Borrón y Vida Nueva: Harry Potter, una historia diferente~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora