— ¿Que ves? — pregunto él sentándose al lado de ella.
— Eso — alegó ella sin despegar la vista del cielo nocturno.
— Pero si casi no hay estrellas ¿Qué mas podría llamar tu atención? — volvió a preguntar él con cierto interés.
— Exacto — rió ella. — Muy pocas personas son capaces de mirar la belleza de la sencillez... — agregó apuntando a una estrella. — Mira a esa estrella, sólo a esa, a ninguna más y concéntrate... ¿Notas como al fijarte en una sola hasta la estrella más invisible aparece alrededor?
— Ajá, es... maravilloso — decía él.
— Lo sé, es hermoso — respondió ella.
Ella no tenía idea de que él en ningún momento había mirado las estrellas, sino a ella. Él la miraba, sólo a ella y se daba cuenta como sus ojos desprendían un brillo tan único.
— Tu eres hermosa.
Ella, sorprendida; giró hacia el chico que tenía a su lado.
— No te creo — relató ella mirándolo directamente a los ojos.
— Nunca lo hiciste — respondió éste, neutral.
— Nunca demostraste que podía confiar en ti — volvió a decir ella mirando el cielo estrellado.
El silencio llenó sus espacios, ella tenia razón, para él siempre fueron juegos, sin embargo; ella trataba de no tomarse a pecho sus halagos ya que él utilizaba sus palabras con ironía y sarcasmo. Pero por primera vez en su vida él decía la verdad y ahora le tocaba sufrir las consecuencias.
— Lo siento — susurró él.
— ¿Por qué? — cuestionó ella.
— Por romper accidentalmente tu corazón — volvió a decir esta vez mirando al cielo.
Ella lo miró riendo y negando lentamente con la cabeza.
— Yo no tengo corazón... — dijo ella mirándolo con una pequeña media sonrisa. — Me lo rompieron y no en pedazos sino en cenizas y el viento se las llevó.
— No pareces estar rota — dijo él ahora mirándola como lo hacía ella.
— Así es, no confundas las sonrisas con la felicidad, ya que algunas pueden ser por razones diferentes como...
— Disfrazar tu otra yo — agregó él.
Ella no respondió, ya que con la mirada le daba las respuestas que tanto ansiaba por saber.
— Te metiste con la persona equivocada... — dijo ella mirando a la nada.
— No lo creo — dijo él, atrayendo la mirada de la chica nuevamente.
— Te puedo romper el corazón... — decía ella, mirándolo sin ninguna expresión en su rostro.
El sabía que estaba tratando con la otra persona de su interior, ya no veía a esa chica alegre reír con sus amigas por cualquier cosa, ahora veía a una chica dura y dispuesta a aplastar cualquier corazón solo por no tener uno, ahora era una chica cruel, una chica que con la mirada te traspasaba el pecho y estrujaba sentimientos.
Pero eso a él no le importaba, estaba dispuesto a entregarse completamente a ella, él estaba dispuesto a prestarle su corazón para enseñarle a cuidarlo y en el proceso, recuperar cada parte del corazón de esa chica.
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Jamás creí en Él (Dominik Santorski)
Fanfiction"Muy pocas personas son capaces de mirar la belleza de la sencillez..." Atención: Ésta historia fue editada. ATENCIÓN 2: Es mi primera historia y no la he escrito tan perfectamente, entiéndeme. Plz no me juzguen :'v