6. "Inesperado" (Editado)

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Capítulo Seis.

Ella era como la sombra,
era como una mancha de oscuridad.
La angustia siempre la renombra,
Como una molesta suciedad.

Daba pena, pues nadie la quería lastimar.
lástima daba ella, nadie la quería de verdad.
La reconocían como la tonta, la ingenua,
la que se dejaba llevar por la dulce maldad.

Y nadie cruzó las barreras de su mentalidad,
nunca nadie supo quién era ella en realidad,
pensaban que desde afuera la conocían,
cuando no sabían el porqué de su frialdad.

No sabían lo que ella pensaba o escuchaba,
solo la miraban y decían que era una chica más.

Nadie la invitaba a ser feliz ya que era invisible,
¿o eran ellos la de una actitud desganada? .
Nadie le preguntaba si se encontraba bien.
ya que ella daba a entender que no pasaba nada.

Ella decidió ser mas imperceptible,
más de lo que ya era en la vida,
Sólo para los demás ella era invisible,
Y decidió ser carcomida por la ira.

Nadie la ve y nadie nunca la verá,
ya que de la mano de la soledad ella caminaba,
Ahora nadie la encuentra, ¿por qué será?
nadie vio que ella en sus sombras habitaba.

Pero por mas oscura que sea su figura,
por mas de que sea una odiosa desigualdad,
Ella era cómo un error de escultura,
Pero aun así sobrepasaba la invisibilidad.

Era como una hermosa desilusión,
Era débil como un frágil cristal,
era gélida, era como un huracán,
Y digo "era" porque ella ya no está.

No pude evitar mirarlo mientras leía, estaba asombrada y ¿él había escrito eso?

-Eso fue, maravilloso. Realmente me llegó al corazón -decía la maestra secando sus lágrimas mientras aplaudía al igual que los compañeros. -¿Cuál fue motivo de inspiración para ustedes? -preguntó con cierta intriga.

Oh no.

-Yo realmente me inspiré en una persona. -habló Dominik con cierta timidez, su voz era dulce y eso hicieron que mi corazón saltase, aún no dejaba de mirarlo. -Y Evie me ayudó con las rimas, ¿No? -dijo volteándose para mirarme haciendo nuevamente de mi corazón una caja llena de abejas cuando observaba que el color de sus ojos brillaban. Realmente no se que expresión tenía en mi rostro pero les puedo jurar que era una de estúpida.

Hasta que reaccioné.

Asentí insegura.

El timbre sonó anunciando el descanso y todos salíamos al igual que la maestra al patio del instituto.

.

.

.

Cuando las clases ya habían finalizado, me dirigí hacia la salida para volver a casa y fue ahí donde divisé a Dominik quién ya caminaba en dirección contraria en donde yo iba. No estaba segura si debía pedirle disculpas, pero sentía que debía hacerlo, el me había hecho un favor.

-Dominik... -lo llamé cuando ya estaba cerca.

Él detuvo su caminar pero no se volteó a verme.

Jamás creí en Él (Dominik Santorski)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora