Un Idiota Más

CARTA 10

No se como empezar esto, pero bueno en fin, nos dimos (te di) una segunda oportunidad, suena mal pero cometo un gran error.

Me  mandaste un mensaje diciendo las siguientes y obvias mentiras: “Te quiero, y de verdad estoy enamorado de ti y amo cada parte de ti”.
¿Adivina quien te creyó? Si básicamente fui yo, pero es que lo sentí tan real, fue un momento perfecto, tu me parecías perfecto incluso lo “nuestro” lo parecía.
Me diste un discurso que se me hizo imposible negarme a todos esos apodos tiernos que me decías, me repetiste tantas veces lo mucho que me amabas que descarte completamente la idea de que me volverías a lastimar.

Y después de tanto tiempo me sentía feliz realmente.

Ese día te pregunte por que te gustaba hacerme enojar todo el tiempo. Y es que era algo que de verdad odiaba, no me gustaba enojarme contigo, pero al parecer para ti no era tan complicado eso, me decías todo es tiempo cosas como “todo el día te la pasas enojada” “eres bien ojete”* y yo en realidad nunca entendí el por que decías que te trataba mal, si lo único que quería es que estuvieras feliz, pero sabia que si aguantaba eso me hablarías todo el día. Nunca supe responder a todos esos insultos, me bastaba con decirte “como me tratan, yo trato” y lo que más me daba impotencia es que yo a ti nunca te trate mal pero siempre que te lo decías tu lo negabas como es de esperarse. Solo recuerda que todo lo que haces se regresa al doble, así sean cosas buenas o cosas malas.

Regresando un poco al tema principal de esta carta, no estoy segura que a esto se le pueda llamar oportunidad, yo estaba dispuesta pero acordamos darnos nuestro tiempo de conocernos aun más. No se en que estado me encontraba para aceptar pero me imagino que no era ni el más lúcido ni el más pensante.

Al siguiente día en la primera clase era educación física, te sentaste a lado de mi y mientras el maestro dictaba tu me veías y me sonreía, era una sensación llena de satisfacción y calidez, nuestras miradas coincidieron y me dijiste “Que hermosa te vez hoy” comenzaba a ponerme roja cuando oímos de fondo la voz del maestro diciendo tu nombre, un poco irritado te grito que si seguías hablando te sacaría del salón, yo solo me reí. Al terminar el dictado y esperar a que el maestro terminará de calificar el trabajo tu amigo empezó con sus chiste de mal gusto, diciendo babosadas una tras otras, hasta que en una voltio contigo y dijo “ya supe con quien estas saliendo” e inconscientemente rece por que dijera mi nombre, pero para mi desgracia no fue así, incluso dijo que te habías besado con tres mujeres más, yo solo me reí nerviosa porque no sabia que hacer y no me iba a poner a llorar.

Tu me llegaste a decir que una de las razones por las que no podríamos ser novios era porque mis amigos te caían mal. ¡Pero que mierda! ¿Acaso no escuchas lo que dicen las tuyas? De la pasaban todo el día diciendo babosadas e insultándome, hablaban de otras mujeres que supuestamente salían contigo, y lo hacían con la intención de dañar, pero tu nunca supiste darme mi lugar, jamás lo hiciste. Y no tienes idea de cuentas noches llore por eso. E incluso tu te atreviste a decir delante de mi que tenias una novia mucho más bonita que yo, pero que podía hacer si en ese momento tu y yo no éramos nada.

Jodida la situación ¿no?

*Ojete;
En el léxico mexicano quiere decir:
persona que actúa con el afán de hacer mal a alguien, de perjudicar o de dañar.