Prólogo

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Interrumpe en el despacho, está sudando por la reciente carrera por comunicar lo sucedido contrarreloj.

-Ha vuelto a pasar... hay otro caso...

El chico de pelo azabache levanta la vista del informe que está leyendo.

-Otro caso... ¿Cuántas está vez?

-Siete...- toma aliento- siete personas... está vez... hubo un superviviente...- Se hace un gran silencio que el pelirrojo aprovecha para tomar aire-No puedo creer que fuera capaz de cargarse a sangre fría a siete personas solo por...

-No hablemos de ello.. ¿Cómo está?

-El superviviente... en shock, no presenta heridas, ni contusiones de ningún tipo... estaba en el baño cuando ocurrió.

-¿En el baño?

-Sí, eso es nuevo... parece ser que fue un descuido.

-Imposible.-el azabache aprieta los puños.-Ha sido aposta, es ordenado y meticuloso, todo debe estar en su lugar y si no es así... vuelve para terminarlo. Vigila a sus víctimas, así que sabía lo que hacía.

-Entonces... ¿Por qué?

-También es vanidoso, busca reírse de nosotros y demostrar que es más listo se siente superior porque me han dejado el caso a mí.

-Creo que ya lo voy pillando... eres el mejor actualmente en tu trabajo... quería dejar un testigo con vida para lanzar una indirecta "Nunca podrás atraparme si no te doy alguna pista".

-Exacto, lo estas haciendo bien novato, pronto podré empezar a llamarte esto... ¿Cómo te llamabas?... Francisco... Francis...

-Bobby.

Asiente, podría haberlo sabido, pero desde que empezó no se molesta en aprender los nombres de sus ayudantes porque ninguno le dura ni un mes, de momento Bobby solo lleva tres días.

-Sí eso... lo que sea.

(...)

-Uf... veo que esto sigue igual que el primer día- dice mirando el informe del caso.-¿Qué han hecho en estos cuatro años?

La nueva secretaria lo miró con sus intensos ojos azules, mientras se enrollaba un dedo y se hacía tirabuzones en uno de los mechones de su pelo castaño claro intentando coquetear con él.

-Lo siento... es todo lo que hemos podido reunir.

-Por dios, hasta mi ayudante que es un novato podría decirme más del caso que esto. Es una chapuza y la letra es ilegible.

-Bueno, bueno... seguro que usted lo resuelve... ¿Has hablado ya con el superviviente?

Superviviente... era esa la palabra que usaban para referirse a alguien que se habían olvidado de él aposta... en cierto modo nunca se había visto metido en el peligro.

-No, mi ayudante se encarga de ello.

-¿De los interrogatorios?

-No, del apoyo moral, ahora es lo que más necesita.

(...)

-¿Qué tal está?- le pregunta a Bobby tras entrar en el hospital.

-De la misma manera que te sentirías tú si hubieras perdido a toda tu familia en menos de un minuto.

-Ah- dice-ya lo he vivido.- susurra.

-¿Qué has dicho?

-Que es mejor que me acompañes al interrogatorio...

-Vale... aunque sigue en shock por lo ocurrido y aún está con él el chico de los retratos robots.- Al escuchar aquello, Cohen se sienta en una de las sillas de la sala de espera.

-Estupendo por fin pondremos cara al asesino...

-Jefe Cohen, por lo que me ha contado el asesino llevaba máscara y solo lo pudo ver por una pequeña abertura de la puerta del baño...

Bobby lo mira levantarse y abrir la puerta con enojo.

-Ya puede- se dirige al chico de los retratos robots-irse...- se detiene al ver al chico.  

Treinta SegundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora