Capítulo 17

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Capítulo 17

Spencer empalidece y mira al chico con sorpresa:

-¿Cómo sabes eso?

-Porque has salido en televisión por lo que le ocurrió a tu familia...-Spencer suspira, claro debería haber tomado eso en cuenta.-Y aparte porque yo sé quien es el culpable.

Spencer pestañea un par de veces y se frota los ojos... ¿Aquello es verdad? ¿o es un sueño? o¿ puede que una ilusión?

-Ey, qué es de verdad.- dice el chico chasqueando los dedos delante de Spencer para ver si sale del estado de shock en que lo ha metido.

-¿Y quién es el culpable?

-Soy yo.

-¿Tú mataste a mis padres?- Aprieta su agarre en las cadenas del columpio.

-No.- dice el chico.

-Estás de broma... ¿No? Si estás de broma lárgate y déjame tranquilo que el tema de mi familia no es para bromear.

-He dicho que yo soy el culpable, pero no el asesino.

-¿Y quién es?

-No te lo puedo decir.

Spencer se levanta de un salto del columpio, ya tiene claro que esto no es un sueño.

-¿Y tu quién eres? ¿Tampoco me lo puedes decir?

-Exactamente.

Spencer se muerde con fuerza el labio y se lanza contra el chico, tirándolo del columpio y cayéndose ambos.

-¿Quien demonios eres?-Spencer intenta arrebatarle las gafas de sol, pero el chico se defiende y aleja rápidamente a Spencer de él.-¿No quieres que sepa quién es el asesino? ¿Por qué viniste a mí?

-Porque no es tan sencillo.-El chico se incorpora y sale corriendo.

Spencer lo persigue, nunca ha estado tan cerca de averiguar la verdad como ahora y no va ha dejar que se le escape, siempre está echándole la bronca a Bobby por no conseguir dar con el culpable, ahora es su oportunidad, no puede echarla a perder.

Lo persigue el chico se mueve rápidamente, Spencer corre lo más rápido que puede, la garganta empieza a quedarsele seca, cada vez le cuesta más respirar y el corazón le late a cien por hora.

El chico se mete en una de las calles principales, Spencer llega a la boca de la calle, se muerde el labio, era de esperar de que estuviese llena de gente, en ella hay varios restaurantes, un museo tecnológico, una biblioteca y una tienda de mangas muy conocida. Al ser la hora de comer aún se le puede ver meterse en el medio de la gente ya que la mayoría están en los restaurantes tomando algo. Spencer lo persigue, ni de broma, lo va a dejar escaparse, está tan cerca.

Por fin acaba la calle, una estatua de un perro se lo indica, ¿Hacia dónde habrá girado? Mira hacia arriba, si hubiese ido por allí, lo estaría visualizando, mira a la izquierda hay un callejón sin salida, no puede estar allí, tuvo que haber ido por la derecha. Va por la calle de la derecha y llega a una rotonda. Mira a su alrededor... lo ha perdido.

Se golpea la cara.

-Estaba tan cerca... ¿Por qué soy tonto, tonto, tonto?- Spencer se empieza a tirar del pelo.

Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos, se detiene e intenta secárselas, pero no dejan de brotar, ha metido la pata como hizo con Billy, pero está vez es mucho, mucho, mucho peor... ¿Y qué le va a decir a Bobby?

Treinta SegundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora