Capítulo 13

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*Mañana siguiente*

Los primeros rayos del Sol le hacen despertarse, está amaneciendo, se levanta y se frota los ojos, le duele un montón la cabeza tal vez sea porque ha dormido apoyando la cabeza en la mochila que le lanzó... el tipo al que tiene que encontrar. Apenas se ha desplazado del lugar dónde lo dejó anoche, estaba demasiado oscuro, pero necesitaba apartarse de la carretera, no necesita que algún conductor que pase por allí lo reconozca.

Cuando por fin deja de molestarle la luz del sol mira a su alrededor, detrás de él parece extenderse un gran bosque frondoso y delante de él a unos pocos metros está la carretera y después lo que parece ser la otra parte del bosque que ha quedado dividido por la carretera. Después de visualizar el terreno dirige su atención hacia la mochila, es bastante pequeña. La abre dentro hay una linterna, una manta, una botella de agua y un paquete de galletas. Vuelve a cerrar la mochila, se fija en uno de los laterales hay una especie de papel doblado, es un mapa, en el está marcado el punto en dónde está. Billy traga saliva, está a doce kilómetros de la ciudad dónde debería estar. Da un gran pisotón contra el suelo, no está acostumbrado a andar por lo que le llevará entre dos o tres horas, teniendo en cuenta que camine a una velocidad de 5 km/h constantemente.

Resopla y comienza a caminar, no le queda nada que aguantar.

*En otro lugar*

Bobby camina intranquilo por el pasillo de la casa de Spencer, anoche acordaron quedarse allí porque se había hecho demasiado de noche y entre que a esas horas los autobuses ya no están de servicio, la idea de ir caminando desde luego no era la mejor solución, todavía quedaba la posibilidad de pedir un taxi, pero Bobby estaba empeñado en quedarse esa noche allí, por nada del mundo pensaba pasar la noche en una casa que podría derrumbarse de un momento para otro, por no hablar de que podría colarse cualquier persona, el primer día había oído extraños ruidos en el piso de arriba y pasaba de averiguar que era.

Está intranquilo por lo sucedido con su padre, apenas ha podido pegar ojo anoche y la sola idea de tener que ir a verificar sí es su padre o no, le traumatiza.

Spencer todavía debe seguir durmiendo, no había dicho una palabra desde que entraron y desde anoche todavía no había salido de la habitación. Bobby deja de caminar en círculos, piensa en Spencer está casa aviva demasiados recuerdos en él, recuerdos que solo serán recuerdos a partir de ahora.

-Tarde o temprano tendrá que aceptarlo- dice Bobby en un susurro. Sabe que no es nada fácil aceptar eso, el mismo lo ha vivido en su propia piel, sabe que nada volverá a ser igual para Spencer, pero eso ya no lo puede cambiar, tiene que ser feliz, su familia es lo que querría.

Su teléfono vibra, su hermanastro acaba de mandarle un mensaje:

"Ya me he enterado de lo ocurrido... ¿Cómo lo llevas?"

Bobby relee el mensaje un par de veces y piensa en que contestar, ¿Cómo puede explicar lo que siente? Se siente extraño por un lado quiere contar lo que le ocurrió a su madre y a la de su hermanastro, pero por otro lado eso significaría que tendría que decirle la verdad a él también, decirle que su padrastro no es realmente la persona que él cree, que a pesar de haberse hecho cargo de él aunque en realidad no fuese su hijo, podría ser tal vez solo lo hiciese porque se sentía culpable o tendría remordimientos.

Se muerde el labio, de nuevo tendrá que ocultar la verdad, si le hace daño a su hermanastro que es la única familia que le queda, ¿Para qué contarlo? De todos modos el culpable ya no podrá pagar por ello, es mejor que él lo recuerde tal y cómo era, con sus mentiras incluidas.

"Bastante mal... ¿Y tú cómo lo llevas?"

Y mientras ese mensaje aparecía en la pantalla de otro teléfono móvil, la otra persona piensa: ¿Y ahora cómo le explico que toda la culpa la tengo yo?

Por segunda vez en su vida la pena se apodera de él y ese sentimiento es tan grande, que por segunda vez no puede retener las lágrimas. Había jurado y vuelto a jurar que nunca jamás en la vida volvería a sentir ni dolor ni compasión por nadie, y allí estaba ahora, intentando retener sus lágrimas que no dejan de brotar de sus ojos, todo está pasando por su culpa, se ha condenado y ha arrastrado a más personas con él.

"También bastante mal, todavía estoy de camino, el avión se ha retrasado y no llegaré hasta dentro de unas horas"- miente, pero por primera vez es por una buena causa.

*De vuelta con Billy*

Ha caminado durante unos cuarenta y cinco minutos, y ahora ha parado para tomar un descanso, parece que no avanza, el paisaje apenas ha cambiado desde que empezó a andar, está evitando caminar cerca de la carretera por la constante ida y venida que se oye de los vehículos, no quiere que lo reconozcan y lo encierren de nuevo, tiene que averiguar qué demonios está pasando: Ponzi lo culpa y lo encierra, el culpable lo secuestra y después lo libera diciéndole que tiene que encontrar a alguien, y eso le hace pensar; algo ha tenido que cambiar, un suceso importante le ha debido de pasar... pero... ¿Cuál será ese suceso?

*A esa misma hora, de vuelta a la casa de Spencer*

Spencer mira el reloj digital que está encima de la mesilla de noche, marca las ocho y media de la mañana, todavía está tumbado en la cama, hace un buen rato que está despierto, Bobby lo había conseguido con sus idas y venidas desde el principio al final del pasillo. No deja de darle vueltas a lo de Billy, no puede creer que se hayan vuelto a ver y se hayan comportado como dos completos extraños... la verdad es que en estos cuatro años se habían vuelto unos completos extraños desde el incidente en el instituto y todo por un estúpido beso y unos estúpidos rumores... ¿Cómo serían sus vidas si ese incidente no hubiese ocurrido?


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