Capítulo 5:

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 Cohen da un fuerte puñetazo al suelo, odia a Spencer, él es la única persona que ha conseguido que no pueda concentrarse en un caso. Su trabajo lo es todo para él... o lo era, ya que ahora toda su vida parece girar alrededor de Spencer.

Spencer está dormido a unos centímetros de él, entre la silla y la cama ha escogido la silla... y entre dormir en la silla y el suelo, ha escogido el suelo.

Baruch lanza un sonoro suspiro. El suspiro retumba en la habitación. Normalmente le hubiese encantado estar trabajando en un ambiente así, pero hoy no era uno de esos días.

Se acerca a Spencer y le acaricia el pelo.

Todavía no le ha pedido perdón por el suceso de hace cuatro años... pero... ¿Cómo se explica? Lo peor es que ese sentimiento de culpabilidad que ha estado intentando ocultar desde el incidente empieza a salir de su escondite y eso le causa un gran dolor en el pecho que hace que le cueste respirar.

-Lo siento.-susurra.- Debería haber estado allí para que no hubieses enfrentado esto solo... debería... solamente centrarme en el presente y olvidarme del pasado... porque después de todo esa es la realidad... todo el mundo necesita que Cohen haga su trabajo sin importarle como este... destrozado, triste... a nadie le importa eso...

Spencer sigue dormido y eso tranquiliza a Cohen, no tiene ganas de recordar el pasado, ahora necesita vivir el presente y pensar en el futuro.

Vuelve la vista a sus anotaciones y casi al instante sin tener intención vuelve su mirada a Spencer.

Definitivamente necesita algo que le haga olvidar sus penas y centrarse en el trabajo dado que eso es lo único importante... nada más debe ocupar su mente.

Coge sus papeles y despierta a Spencer:

-¿Y ahora que sucede?- pregunta Spencer medio adormilado.

-Me voy a ver a... este chico el que me ayuda...

-Bobby...

-Ese, regresaré tarde así que cuídate... te voy a dejar un teléfono por sí...- Spencer deja de escucharlo por un momento siente terror de quedarse solo sabiendo quien le busca.- Oye, Spencer, sé que no es normal, esto... pero entiéndeme...- Cohen se muerde la lengua por un momento... ¿Y ahora que le dice? Sabe perfectamente que no lo puede dejar solo sin vigilancia...

-Está bien, te entiendo.- Spencer fuerza una sonrisa.

-¿En serio?

-Claro, Bobby es una persona importante para ti y sé que te preocupas por él...

Cohen traga saliva, la verdad es que su ayudante no le preocupa... ¡Por Dios, si ni siquiera recuerda como se llama! Y aunque Spencer no lo sepa sus palabras le hieren... él único que de verdad le importa es Spencer y lo va a dejar solo e indefenso por intentar centrarse en quien le quiere hacer daño. Está entre la espada y la pared.

No puede dejar a Spencer solo porque no puede correr el riesgo de que lo encuentre, pero tampoco puede estar cerca de Spencer porque eso le impide averiguar quien es él que lo busca... ¿Qué puede hacer?

Y antes de que se de cuenta ya está contestando.

-Adiós, nos vemos en un par de horas.- dice dándose la vuelta y dirigiéndose a la puerta.

-Adiós... -susurra muy bajito Spencer.

La puerta se cierra y Spencer se acurruca mirando hacia la puerta. Tiene miedo, no se siente seguro, siente como si alguien pudiera aparecer de repente y hacerle daño. Intenta acurrucarse lo máximo posible y no hacer ningún ruido.

"Tan solo serán un par de horas".- Se repite Spencer.

A su vez Cohen tiene la espalda apoyada contra la puerta que acaba de cerrar. Está sentado en el suelo en silencio, intentando escuchar lo que sucede detrás de la puerta. No escucha nada.

"Tan solo serán un par de horas"- piensa Cohen.

Y así pasan ese par de horas en silencio. Cohen no se ha movido del sitio, no va a dejar a Spencer solo por nada del mundo.  

Treinta SegundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora