Capítulo 6:

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Tres días después:

Abre un par de veces la boca y después la cierra. Intenta entablar una conversación con Spencer, pero no es capaz, no sabe qué le pasa, ni por qué se comporta así ahora. Spencer está sentado en el suelo ojeando lo que parece ser un álbum de recuerdos...

-¿Cuándo le darán el alta a Bobby?- pregunta Spencer.

Cohen recuerda inmediatamente que Spencer cree que fue a ver a Bobby... Y ahora... ¿Qué se inventa? Se muerde la lengua, la única vez que ha salido realmente de la casa ha sido muy rápida y solo para ir al supermercado a coger lo imprescindible.

-Ya te dije que estaba grave y que no me dejaron pasar.- repite la misma frase que le había dicho hace tres días.

-¿Y no te dijeron cuándo podrías verlo?

Cohen niega.

-Deberíamos ir a verlo hoy...- dice Spencer.

-¡No! Es demasiado arriesgado .

Spencer vuelve a mirar las páginas del álbum y se detiene al ver una foto. Es de su familia de cuando tenía cuatro años de edad y había nacido su hermana Jessica.

-¿Y qué vas a hacer¿ Obligarme a pasar el resto de mi vida encerrado aquí, solo porque no puedes resolver este caso porque no has avanzado nada estando aquí.

Cohen lo mira con furia y al instante se relaja, es la primera vez que le dicen eso... que no puede resolver un caso.

Spencer pasa las páginas y antes de ojee la siguiente Cohen contesta:

-Está bien, si quieres... podemos ir a visitar a Bobby...- dice- aunque tengo que llamar a Ponzi para saber si aún no le han dado el alta.

Spencer sonríe, es apenas una mueca que rápidamente desaparece, marca el álbum, lo coge y se levanta.

Cohen lo mira con cara extraña.

-Es por si tengo que esperar.

Ambos se dirigen hacia la puerta, Cohen la abre y deja pasar a Spencer, después pasa él y la cierra.

Se dirigen hacia la salida del edificio. Cohen empieza a caminar por delante de Spencer, van a tener que dar una buena caminata hasta la siguiente cabina telefónica. Allá podrá llamar a Ponzi y ver en qué estado se encuentra Bobby. Suspira, es la primera vez que un ayudate le da tantos problemas...¿Cuánto lleva ya Bobby trabajando para él? ¿Una semana?

(...)

Por fin llega a la cabina telefónica que está lo suficientemente lejos del escondite para ser localizado. Siempre le han dicho que es muy paranoico, pero sabiendo a quien se enfrenta toda precaución es poca.

Mira a Spencer y después al teléfono, mete las manos en sus bolsillos y coge un par de monedas que echa en la ranura, marca el número de Ponzi y espera.

El pitido suena varias veces, por fin deja de sonar y salta el contestador, parece ser que Ponzi ahora no está disponible... ¿Y ahora a quién llama?

Vuelve a meter la mano en su bolsillo y saca más monedas, está vez va a llamar al hospital.

El teléfono es cogido rápidamente.

-Hola, buenas... ¿En qué puedo ayudarle?- pregunta una enfermera.

-Hola, buenas.- dice Cohen.-Podrían decirme si todavía tienen ingresado a un amigo... su nombre es Bobby y entró muy grave,

-¿Sabe su apellido?- pregunta la enfermera.

"Malamente me sé su nombre... ¿Cómo me voy a saber su apellido?".-piensa Cohen.

-No, la verdad es que no lo sé...- contesta finalmente,

-¿Sabe la causa por la que entró?

-Respiro una toxina peligrosa que por poco lo mata.

-Ah,... es usted policía... supongo... le daremos el alta está tarde... Se encuentra en la habitación trescientos ocho del segundo edificio...

Cohen cuelga, nota una sensación de tranquilidad, al menos Bobby está con vida.

-¿Qué te han dicho?- pregunta Spencer.

-Que le dan el alta está tarde, así que vamos, apurémonos, que el hospital está al otro lado de la ciudad.

Spencer resopla, no entiende como Cohen puede tener tanta energía para desplazarse tan lejos sin cansarse.

(...)

Por fin llegan al hospital ha sido una caminata de un rato en autobús y un rato andando, pero Spencer no sé queja. Están llegando a la habitación de Bobby. Spencer todavía sujeta fuertemente el álbum de fotos que es lo único que le queda ahora.

Antes de que entren a la habitación les detiene una doctora.

-Solo puede pasar uno de los dos.

Cohen vuelve la mirada a Spencer. Spencer responde inmediatamente:

-Deberías ser tú el primero, después de todo él es tu ayudante...

Cohen asiente y se dirige hacia la puerta. La abre lentamente, allí ve a Ponzi con Bobby.

Ponzi tiene una libreta y un bolígrafo en las manos y parece estar anotando cosas que Bobby le cuenta, ambos centran su atención en Cohen.

-Billy, es raro verte aquí.

Cohen cierra en un acto reflejo la puerta.

-No me llames así, estoy trabajando.

-No me cuentes historias, sé la verdad...

-¿Qué verdad?¿De qué demonios me estás hablando?

-No me vengas ahora con esas, quedas arrestado como sospechoso, así que mejor acompañame y hagamoslo por las buenas, ¿No querrás perder tu reputación?

Cohen no contesta... ¿Cómo puede ser él sospechoso?

Y antes de que pueda reaccionar la puerta se abre revelando a un Spencer muy enfadado que le da un fuerte puñetazo en la mejilla izquierda.

-Te odio, te odio ahora incluso más que antes.- Spencer reprime las lágrimas, cosa que consigue.- Te odio, Billy Joe Cobra.

Cohen traga saliva hace tan solo treinta segundos parecía que todo se sostenía y ahora sin embargo todo ha dado un giro tremendo para peor... ¿Cómo ha llegado a esto?

Treinta SegundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora