Capitulo 15

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Llevaba más de tres días sin ver a Gustavo, pero eso no evitaba que pensará en él. ¿Se habrá enojado por lo que le dije aquél día?, esperaba con profunda sinceridad que no fuese asi.

Las clases del día ya se habían terminado, estaba en la habitación con Nathaly escuchando algo de música.

-Bajare a la cafetería a comer algo, vienes conmigo?, me pregunto.

-No tengo apetito, creó que me bañare y luego me acostaré a dormir un rato antes de ponerme a estudiar.

-Esta bien, quizas demore un poco, luego de comer ire a visitar a Alberto(un chico que hace más o menos un mes estaba tratando de conquistar a Nathaly, proposito que creo ya estaba cumplido).

-Esta bien, nos vemos mas tarde, cuidate, dije despidiendome y entrando de inmediato al baño.

Me desvesti, y entre a la ducha con un par de jabones de esencias que mi papá me trajo durante su visita, abrí la regadera a toda presión y me deje consentir por el agua cayendo sobre mí, por lo regular me fascinaba tomar baños como éstos: largos, relajantes, y acompañados de buena musica, me perdí en el tiempo encerrada en el baño, comenzé a lavar mi cuerpo con los jabones que por cierto tenían unos aromas muy deliciosos.

No estaba atenta a nada, hasta que... escuché la puerta del baño cerrarse con fuerza. Pensé por un instante que podía ser Nathaly quien la hubiese cerrado pero ella me aseguró que demoraría así es que élla no podía ser, me aterro por un momento abrir la cortina para saber quien andaba rondeando por el baño y para mi sorpresa resultó ser la persona que menos me imaginé...

-¿Que haces tú aquí?..., dije desconcertada y sin mi cordura en su estado normal.

Erá él, Gustavo estaba en mi baño, casi desnudo, y a punto de bajarse los pantalones. Experimente miles de reacciones en menos de 3 minutos.

-¿Sal de aquí, como se te ocurre entrar sin avisar?, grite desesperadamente tapando mi cuerpo con la cortina del baño. Sentí algo de vergüenza en aquel momento lo que era extraño, ni que mi cuerpo fuese una incógnita o algo nuevo a la vista de Gustavo.

No me explicaba porqué él no articulaba respuesta alguna hacia mis palabras, sólo mantenía esa sonrisa tan... tan psicópata que tenía cuando trataba de seducirme, mientras continuaba desabrochando los botones de su pantalón, no se porque pero reaccione de la manera menos esperada tomé el frasco de shampoo, lo abrí y lo presione en dirección a él.

-Que salgas te dije, o es que acaso ¿estas sordo?

y la verdad no se ni para que lo hice, aquello resultó no ser tan buena idea, cuando comenze a atacarlo con el shampoo, lo ví adentrarse a la ducha rápidamente aún sin haberse quitado el pantalón, al parecer no le importaba nada, se lanzó contra mí atando mis dos brazos con sus manos sobre mi cabeza y estampandome un reverendo besó de aquellos que jamás me había dado, erá como si estuviese necesitado de mi, lo sentí consumir casi todo mi aliento, me estaba ahogando pero era un ahogó necesario tanto para él como para mí.

Habia extrañado sus besos, el calor de su cuerpo, escuchar su respiración mezclada con la mía, todo entre nosotros era perfecto, por eso no lo detuve, porque deduje que su intensidad se debía a que él me extrañaba como yo a él. Su fuerza era increíble mantuvo su cuerpo presionado sobre mí por unos 5 minutos, hasta que lo ví relajarse un poco, se detuvo y fue entonces cuándo me miró.

-No se que me hicistes Briana, te juro que no me lo puedo explicar pero te necesitó, dijo mientras vi sus ojos derretirse de amor y asomar un par de lagrimas por sus ojos lo que me sorprendió y me quebró en mil pedazos a la misma vez.

Como explicarle que yo también lo necesitaba, que lo deseaba más que a nadie en este mundo, que me perderia en él para siempre si así pudiera ser, pero que a la vez tenía en mi interior y en mi mente un miedo que consumía toda mi necesidad de decirle lo mucho que lo quería.

"Porque él se estaba convirtiendo en su mundo, en su mayor adicción sin élla quererlo, ambos se deseaban, deseaban besarse el uno al otro robando sus corazones y dejando sus más locos y bajos instintos a flote".

Devuelveme la vida: enciende mi interior.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora