Capitulo 16

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Tras sus palabras y mis emociones, tomé su cabello entre mis dedos y lo acerque a mí para besarlo con la mayor de las intensidades, el besó se profundizó cuando sus manos comenzaron a recorrer mi cintura, Gustavo me acariciaba de una manera insaciable.
Detuvo el beso para entonces dirigir su boca a mi cuello, yo incline mi cabeza hacia un lado dándole mejor acceso.

-Te deseo, surro a mi oido mientras recorría mi oreja con su impetuosa lengua, acto que me excito demasiado.

Fue entonces cuando las ganas me invadieron más de lo normal, comenzé a presionar su cintura, y a intentar bajar sus pantalones, aún los tenía puestos, él me permitió desnudarlo, y eso hice... Ambos ya estabamos completamente desnudos, bajo la regadera besándonos como si no quisieramos que aquel momento se acabara.

Sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo de arriba a abajo, mientras me besaba me presionaba los pechos con sus manos, pero esta vez hizo algo que jamás había hecho. Sentí como su mano derecha comenzó a bajar por mi abdomen hasta llegar a mi entrepierna, lo miré nerviosa.

-¿Que vas hacer?

-No te preocupes, núnca haría algo que no te gustara, respondió continuando con su movimiento repentino.

Fue entonces cuando sentí como sus dedos comenzaron a tocarme en la entrepierna, fue algo nuevo para mí, pero a la vez era algo que me estaba excitando mucho, él comenzó a mover sus dedos de forma repetitiva de arriba a abajo, de abajo a arriba, al principió lo hacia con suavidad pero luego de unos minutos aceleró sus movimientos lo que provocó que un par de gemidos se me escaparan.
Nunca me había gustado demostrarle cuanto me gustaba estar con él, y lo excitada que me hacia sentir cada vez que estabamos en el acto sexual.

Aquellos gemidos al parecer lo hicieron excitarse aún más... lo que provocó que actuará aún más rápido. Cabrón, sabía perfectamente que lo estaba disfrutando y escucharme gemir lo emocionaba.
Luego de unos minutos sentí como penetró mi entrada con sus dedos, carajos estaba muy excitada y muy mojada, necesitaba que entrará en mí.
Pero no se lo pediría, no le demostraría nada.

Cuando estaba a punto de llegar al orgasmo, Gustavo decidió dejar de hacerlo... lo que me provocó un poco de enojo, él sabía como manejarme a su antojo, eso era lo que el realmente quería que lo pidiera, mas bien que le demostrará lo que quería.

Minutos después al parecer sus ganas ya eran incontrolables, y fue entonces cuando sentí como me agarro con fuerza de la cintura para levantarme y entrar en mí con mucha intensidad. Fue impresionante lo completa y extasiada que me sentí con él dentro de mí, rodeé su cuello con mis brazos mientras ambos nos movíamos con severa excitación. Por un momento la sensación fue tan placentera que lo único que quise hacer fue abrazarlo y dejar mi cabeza descansando sobre su hombro. Por un momento me olvidé del mundo, de los problemas, de si era o no lo correcto, de lo que fuese. Solo deseaba entregarme a él, una y mil veces más.

- Te quiero, fueron las palabras que se me escaparon mientras disfrutaba del momento. Lo que me dejó en un estado atónito, en serio no quería demostrarle nada pero aquello fue inevitable, asi como inesperado.

Aquello se que le encanto, lo note en su mirada y en la forma en la que se movía, poco a poco sus entradas se aceleraron, hasta que llegó a hacerlo con mucha rápidez, la dureza de su miembro la podía sentir con toda nitidez, estaba a punto de hacerme llegar al orgasmo. Era una sensación verdaderamente rara, era como querer que se detuviera pero a la misma vez que continuara aúnque yo pidiese lo contario.

-Ya, porfavor detente gustavo, dije mientras jadeaba sobre su oído izquierdo.

A lo que claro esta él no correspondió, continuó y hizo que sus entradas fuesen más pronunciadas que las anteriores, estaba en mi máximo nivel de excitación casi llegando al tope del éxtasis, maldita sea cuanto me encantaba hacer el amor con Gustavo. Entre sus brazos parecía una loca psicópata sexual al igual que él, pero era imposible negarme a sus besos, sus caricias, su cuerpo, su todo.

Después de unos cuantos minutos más logré llegar al orgasmo mas placentero que había sentido hasta el momento, él también estaba a pocos minutos de llegar, por lo que cuando yo termine el salió de mi para entonces hacerse llegar el mismo. La verdad me dio un poco de vergüenza verlo haciendo eso, ver como se tocaba... nosé porque me impresionaba ver su miembro eréctil, hace unos cuantos minutos atrás yo estaba disfrutando de eso, sin esperarmelo, Gustavo me tomó por la cabeza y me clavó un beso de lado mientras continuaba tocándose, hasta que lo sentí temblar y fue cuando comprendí que ya había llegado a su orgasmo. Ni siquiera me inmute en mirar hacia abajo, estaba claro que aún no me sentía preparada para ver eso. Y me gustaba que él me comprendiera.

Devuelveme la vida: enciende mi interior.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora