Capitulo 13

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Cuando terminamos de comer, caminamos a un parque que se encontraba a unas cuantas cuadras de la pizzería. Llegamos y nos sentamos sobre el césped, era una tarde muy hermosa, la brisa soplaba fuertemente sobre mi cabello, y las hojas de los arboles comenzaban a caer pronunciando la próxima llegada del otoño. Mi estación favorita.

Mientras disfrutaba de todo aquello, escuche como Gustavo se aclaraba la garganta con un pequeño gesto de tos, como tratando de llamar mi atención.

-Briana... yo quiero que hablemos de... bueno de nosotros- le escuche decir.

¿NOSOTROS? Creó que jamas en la historia de mi vida, había existido esa palabra en mi diccionario.

Permanecí en silencio. Como tratando de encontrar una respuesta a sus palabras. Pero creó que tenía un bloqueo mental en ese momento.

-¿A que te refieres?, dije sin mirarlo.

-sabes a que me refiero, lo de anoche... pues

-Lo de anoche fue simplemente hermoso, no te lo negaré, pero por favor no lo arruines tratando de ponerle etiqueta a lo que somos.

Él me miró con una mirada extraña, no sabía si era decepción, intriga, sorpresa, o lo que fuese pero con aquellas palabras se plantó un silenció en sus labios con respecto a ese tema.

Por un instante pensé que se enojaria, hasta yo me sorprendí de mi respuesta, no se que eramos, ni quería saberlo, era como si el miedo me invadiera de pies a cabeza. Aferrarme a una persona era lo que menos necesitaba en estos momentos de mi vida. ¿me gusta? Si... ¿Lo quería? Si... pero el simple hecho de pensar en un futuro junto a él, me causaba temor.

Pero al parecer nada de lo que dijera lo haría detenerse, fue lo que comprendí cuando tomo mi rostro para entonces depositar un beso en mis labios.

"Cada uno movía sus labios al compás del otro, no se explicaban lo que eran, pero lo que eran les estaba gustando".

Realmente no puedo explicar lo que sus besos producían en mi, era como si se me calentara la sangre, y el pulso se me acelerará a millón, sus labios eran simplemente deliciosos. Perderse en ellos sería el sueño de cualquier mujer.

Mientras me besaba, produjo un pequeño mordisco en mi labio inferior causando en mi cuerpo una sensación infernal, era como si mil corrientes eléctricas atacaran cada centímetro de mi cuerpo.

Ya basta Briana, contrólate me dije a mi misma mentalmente.
Ya se estaba haciendo un poco tarde, y necesitaba descansar, mi papá y Andrew vendrían a visitarme mañana.

-Creo que es hora de que regresemos al campus, dije deteniendo aquel beso.

-Esta bien, respondió el mientras me ayudaba a ponerme de pie.

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Eran las 7 de la noche, había dormido tan solo un par de horas desde que regrese al campus, Nathaly no estaba en la habitación cuando llegue, lo que me permitió tomar una siesta sin tener a mi detective privada interrogándome sobre mis actividades diarias. Se que para ella no era un secreto que los últimos días yo había estado pasando mucho tiempo con Gustavo, pero estoy segura de que si se llegara a enterar de lo ocurrido moriría. No se si de impresión, emoción o felicidad, ella solía ser tan impredecible.

Me volví a recostar, y minutos después escuche la puerta de la habitación abrirse, era Nathaly.

-Briana, hasta que te dignas en aparecer, dijo sarcasticamente.

-estuve algo ocupada, dije sin darle importancia.

-Si ya veo que tan ocupada te ha tenido Gustavo, dijo soltando una pequeña risa burlesca.

-tu muy simpática como siempre Nathaly.

-ja ja ja, vamos sabes que solo bromeo, no soy quien para meterme en tus asuntos, dijo mientras se cambiaba de ropa para acostarse a dormir.

Escuche bien o ella estaba evitandome las explicaciones que tendria que dar a sus miles de preguntas. Estaba algo desconcertada, no es que quisiera contarle lo que pasó, pero pues me sorprendia no ver a Nathaly espiando cada uno de mis pasos, élla solía querer estar pendiente de mi vida diaria.

La vi acostarse sin decirme más nada, se volteó y en pocos minutos se quedó dormida (lo se porque cuando duerme tiene la maña de roncar).
No le di más vueltas al asunto, aún tenía un par de cosas rondando mi cabeza, pero lo que menos quería era desvelarme. Asi es que apagué las luces de la habitación, y me acosté a dormir, mañana sera otro día.

Devuelveme la vida: enciende mi interior.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora