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CAPÍTULO DÍEZ
AMOR CORRESPONDIDO
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—¿No tienes nada que decir? —inquirió Fred, enarcando una ceja.
—¿Es una broma, verdad? —consiguió preguntar Zaira.
Pero ya sabía cual era la respuesta, ya sabía la verdad. Era una verdad sumamente maravillosa. Dolorosa también, pero sobre todo maravillosa. Sólo saber que él correspondía a sus sentimientos era suficiente para aliviar décadas de dolor, de agonía.
—Jamás te gastaría una broma de ese tipo, no soy tan retorcido —aseguró y se quedó callado un momento antes de volver a hablar—. Sé por todo lo que has pasado, nunca te haría algo así.
—¿Kain te habló de mi pasado, cierto? —preguntó, sabiendo también la respuesta eso, y suspiró. Él asintió—. ¿Todo?
—Sí, desde la muerte de tu madre hasta la muerte de tu padre, pasando claramente por el cabrón que te destrozó el corazón —contestó, molesto solo de recordar a ese tipo o lo que le había hecho su padre—. Sin duda, si lo conociera le daría una paliza de muerte.
—Ah... —estaba confusa y un nuevo suspiro salió de sus labios—. Le dije a Kain que podía decirte todo lo que quisiera, excepto eso.
—¿Por qué no querías que lo supiera? —preguntó él, esperanzado.
—Porque no quiero que sientas lastima de mí —se mordió el labio inferior por dentro, inquieta y molesta con la situación.
—No la siento, no del todo, pero sí quiero ayudarte. Quiero eliminar todo ese dolor que hay en tu interior. Quiero trasformar ese dolor en felicidad, Zaira —dijo sin apartar los ojos de los ajenos.
—¿Y... crees que puedes hacerlo? —su voz temblaba ligeramente.
El corazón de Fred se encogió al darse cuenta, al notar ese temblor. Podía ver por como sus ojos se apagaban, que ella estaba reviviendo aquellos momentos. Ella estaba recordando su horrible pasado cuando eso era justo lo que quería evitar.
—Lo haré, sea como sea —colocó una mano en su mejilla y la acarició con suavidad, delicadeza y cariño—. Porque... estoy enamorado de ti.
Zaira solo podía mirarlo a los ojos, nada salía de sus labios. Notaba la calidez que las acaricias que el pelirrojo le daba en su mejilla, embargaban su cuerpo, pero no podía decir nada. Se sentía indecisa y nerviosa. Él incluso ya se había dado cuenta de que ella estaba temblando. Y no solo se trataba de su voz, sino de su cuerpo entero; toda ella temblaba. Zaira era más vulnerable de lo que mostraba al mundo y Fred era el primer humano en averiguarlo.
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¿Quieres mi ayuda? ➳ Fred Weasley
FanficEl mundo mágico por fin había conseguido la paz que tanto ansiaba, que tanto anhelaba. Por desgracia, para conseguirlo muchas vidas se habían sacrificado por el camino y muchas familias habían quedado destrozadas por las pérdidas. ¿Cómo se puede vi...