Epílogo.

7.1K 526 142
                                    

┌───── ∘°❉°∘ ─────┐

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

┌───── ∘°❉°∘ ─────┐

EPÍLOGO

└───── °∘❉∘° ─────┘

Ocho años después...

El tiempo había pasado volando y muchas cosas habían pasado durante esos ocho largos años, algunas buenas y otras malas. 

Nada había vuelto a ser lo mismo desde aquel día en que Zaira había aparecido de repente en la Madriguera en busca de Fred, tras haber sido liberada del Laberinto. Ahora la morena era un miembro más de la familia, ahora era Zaira Weasley, esposa del travieso y enérgico Fred Weasley. Se habían casado justo un año después de que él se lo hubiese propuesto; había sido una hermosa boda, a la que había asistido la familia Weasley y sus más allegados. La gente del Reino de los Cielos se habían comunicado con ellos aquel día para felicitarlos; Zaira había sido muy feliz al escuchar de nuevo la voz de Kain, Keigar y los pequeños niños de la mansión. Eso realmente había sido la guinda del pastel. Había sido el mejor regalo de todos.

Durante aquel tiempo, Zaira a veces tenía pesadillas sobre el Laberinto, se levantaba sudando y aterrada, pero los brazos de Fred siempre conseguían tranquilizarla. El pelirrojo velaba por ella cada noche, preocupado. Sabía perfectamente que ella había pasado por una experiencia terrible en aquel lugar y aun se culpaba por ello; por eso y porque la amaba era que siempre estaba ahí para consolarla.

Respecto al tema de que Zaira era un ángel caído... Nadie sabía nada, a excepción de la familia Weasley y los amigos más cercanos. Era un secreto que todos habían jurado mantener, por la propia seguridad de Zaira. Además, la morena pasaba sin muchos problemas por una bruja normal y corriente... o más o menos, normal. Ya que ella ni siquiera necesitaba la varita para usar la magia, pero para disimular, se veía obligada a hacerlo, aunque a veces se le olvidaba.

Fred se había sorprendido mucho al ver lo rápido que su ángel se había adaptado al mundo de los humanos, era como si hubiera vivido toda su vida allí, aunque a veces soltaba comentarios que confundían a la gente y le hacían parecer extraña, pero no le importaba, Ella estaba feliz de poder estar en el mismo mundo que el pelirrojo. Por eso hacía su mejor esfuerzo para adaptarse, aunque había veces en las que añoraba el Reino de los Cielos; después de todo, había pasado quinientos cincuenta y tres años allí. 

Ah, esa edad claramente nadie la conocía, a excepción de Fred y George, del cual Zaira se había encariñado profundamente. A veces, incluso George y ella actuaban tan cariñosos que Fred se ponía celoso y le decía a su gemelo que Zaira era solo suya, a lo que George siempre se reía por lo posesivo que era el contrario. A Zaira realmente le encantaba ese comportamiento, se le hacía bastante adorable.


La morena se llevaba bien con todos los Weasley, aunque sobre todo con George; lo cual no se podía evitar, ya que era la otra mitad de su marido. La señora Weasley cada ve que la veía, le daba las gracias por traer a su preciado hijo de vuelta y con el tiempo, había empezado a considerarla hija suya, al igual que el señor Weasley. 

¿Quieres mi ayuda? ➳ Fred WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora