El Beso

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- ¡o por Dios! - fue lo único que logré articular.

- ¿Qué pasó Leila, que leíste?- preguntó rápidamente Nate.

- Alexander Wood no se negó a matar a un judío como lo escribió Elizabeth, él era un líder Nazi por eso huyeron de Alemania, lo iban a matar.

- ¿Es enserio?- preguntó atónito

- Sí, yo tampoco lo puedo creer, y lo que más me duele es que según ello Elizabeth y su madre fueron asesinadas por Otto creyendolo un santo.

- Es verdad Leila, pero aun no entiendo porque Alexander o bueno Otto las asesino.

- No lo sé Nate, el hombre estaba loco. Pero hay algo que también me quedo sonando

- ¿Qué es primor?

El hombre que escribió aquel artículo se llamaba Leonard

- ¿Y que con eso?

- Que el chico con el que Elizabeth se estaba viendo también se llamaba Leonard.

- ¿Y crees que son la misma persona?

- La verdad si, ¿si no como sabría todo eso acerca de Elizabeth?

- Es una buena conclusión, pero faltan algunas piezas, ¿qué más tienes ahí?- preguntó Nate refiriéndose a las fotografías del caso

- Son sólo algunas fotos del asesinato

- En ese momento un ventarrón desorganizo todas las fotografías, con Nate nos lanzamos a cogerlas, pero en vez de eso Nate cayó encima de mí.

- Se te está haciendo costumbre caer encima mío- dije mirándolo a los ojos.

- Creo que es un impulso- dijo acercándose lentamente.

- Esto no es correcto Nate- susurré

¿Quién define lo correcto?- contestó suavemente momentos antes de plantar un dulce beso en mi boca.

- Creo que lo correcto es algo subjetivo- susurre correspondiendo al beso, realmente besaba muy bien, el beso era cálido y dulce pero también era fuerte y desesperado.

- me estas matando mujer- dijo Nate acabando el beso y ayudándome a levantar

- Sinceramente no te entiendo Nate

- Sólo no quiero ir demasiado rápido, no lo quiero arruinar, no contigo

- Y creí que yo sería la complicada en la relación- tan pronto dije eso me di cuenta de mi error pero no pude hacer nada para enmendarlo- digo en las relaciones, suelo ser complicada en las relaciones.

- Claro primor- dijo levantando la ceja- no tienes que tratar de arreglarlo, si no lo decías tú lo diría yo.

- Creo que hubiese sido mejor para mí-dije sonrojada

- Sé que aunque hallas sido tú la que lo dijo cuándo lo cuentes cambiaras un poco la historia

- Para conocernos tan poco sabes mucho de mi Nate- reí.

- Es un don primor

- Bueno señor modestia tenemos que ir al pueblo, debemos averiguar quién es Leonard M y si es el mismo Leonard que Elizabeth describió.

- ¿Y cómo piensas que encontraremos eso?, ese periódico es de 1941 las posibilidades de que este vivo son nulas.

- Lo sé, pero tal vez en la imprenta del pueblo alguien sepa quién era.

- Entonces en marcha, pero primero tenemos que pasar por Thomas a mi casa, mamá quiere que lo saque a pasear, según ella lo he dejado abandonado.

- Creo que tengo gran parte de la culpa en ello- dije avergonzada.

- La verdad si, eres mi mayor distracción - dijo plantando un pequeño beso en mis labios.

- Bueno vamos por Thomas, no quiero sentirme más culpable- reí.

Salimos de la casa y comenzamos a caminar, decidí que era el momento justo para preguntarle sobre su tatuaje. Así que tomé el valor necesario y le dije:

¿Nate puedo preguntarte algo?

- Claro primor, ¿qué pasa?

- ¿Qué significa tu tatuaje?- pregunté mirándolo a los ojos.

- Se llamaba Daniel, era 8 años menor que yo- se quedó en silencio.

- No te preocupes no es de mi incumbencia- dije suavemente

- Si lo es, no quiero ocultarte esto. Estábamos en vacaciones de verano así que decidimos viajar a la playa, todo era genial la estábamos pasando increíble, pero un día estábamos jugando con la pelota y simplemente cayó al piso- dijo tristemente - lo llevamos al hospital más cercano. Estaba muy avanzado.

- Era cáncer de pulmón, luego de ello fueron meses y meses de quimioterapias, citas médicas y promesas sin cumplir, le prometí que no lo dejaría morir- me miró - y un día después simplemente se fue. Tenía 6 años, no se merecía morir de esa forma- para este momento las lágrimas ya inundaban su rostro.

Simplemente no sabía que decir, sólo lo abrace muy fuerte

- No tienes que decir nada primor, me escuchaste, sólo eso necesitaba.

- Tenía cuatro años cuando mis padres murieron, no lo recuerdo muy bien sólo sé que fue en un accidente de tránsito, mis padres iban adelante y yo iba atrás con mis abuelos, mi abuela me abrazo muy fuerte y me dijo que todo estaba bien, al otro día mis padres habían muerto.

- Siempre he pensado que las personas no mueren, puede que físicamente no estén, pero siempre vivirán en los recuerdos.

- Es muy cierto Nate es mejor recordar los buenos momentos con las personas, que recordar que se fueron.

- De repente Thomas salió corriendo y se lanzó a Nate tumbándolo en el instante

- ¡hola amigo! - dijo Nate acariciando la cabeza de Thomas.

- ¡hola Thomas! Como estas de grande y lindo - dije acariciándolo.

- ¿quieres ir al parque amigo?, ¡vamos chico! - dijo Nate levantándose del suelo

Después de que Nate se levantó fuimos al parque, caminamos un rato, también jugamos con Thomas y comimos helado.

El diario de lizzieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora