La elegida por el destino

Declaración

Alana y Sofi estaban en las gradas esperando a que los chicos salieran al campo. Vieron a Samanta, Cleo y Lidia pasando por las gradas cuchicheando y riéndose,se miraron y rodaron los ojos. Primero salieron los chicos del otro internado y comenzaron a calentar, luego salieron los suyos y ellas se acercaron a las vallas.

- Hola chicos! - les gritaron levantando la mano saludándolos.

Aaron, Alex y Teo se acercaron a ellas.

- Alana, sabes donde está Emma?- dijo Aaron mirando a las gradas.

- Cuando e salido, iba a las duchas y después tenia que llamar a su padre. Seguro que viene después

- Hola Alana - dijo Alex, mientras que Teo daba un beso a Sofi.

Alana se dio la vuelta, no pensaba hablarle y se fue a las gradas. Alex cada vez se frustraba más, tendría que hablar de una vez por todas con ella, no iba a permitir que lo ignorara.

- Alana, tú y yo vamos hablar después del partido.

Alana levantó una ceja y dijo:

- Eso es una orden?

- Si así me obedeces, sí es una orden- dijo Alex

Alana se levantó muy pero que muy despacio de la grada mirándolo seria, se acercó y dijo entredientes:

- Sigue comportándote como un auténtico imbécil y te mando de una patada a Estambul y sin escalas, entendiste niñato de las narices?

Los demás estaban tan impresionados que no podían cerrar la boca. Alana se fue a sentarse ignorando a todos; el entrenador los llamó para entrenar, Alex intentando tranquilizarse miró a Alana y le dijo que lo arreglarían después a lo que Alana solo lo miró seria. Sofi besó a Teo y les deseó suerte; subió junto a Alana y dijo:

- Uff... Los pelos como escarpias se me han puesto, chica! Mirame el brazo.

Alana se rió

- Callate tonta.

- No vas a hablarle? - dijo Sofi

- Terminaré haciéndolo pero primero tiene que aprender que no puede gritarme y mucho menos darme órdenes.

- Alana, sé que tienes razón, a nadie le gusta que le den órdenes pero a él le hace mucho daño que no le hables- dijo Sofi.