Las enseñanzas de Tris

384 34 2
                                    


Emma y Alana se despertaron y se fueron a las duchas, sabían que iba a ser un día difícil; sobre todo para Emma. Cuando terminaron de vestirse fueron a la cafetería a desayunar, se encontraron con Sofi.

-Hola Sofi - dijeron Alana y Emma.

- Hola chicas. Emma estás nerviosa? Por lo de hoy, digo.

- Un poco, pero qué lo tengo que hacer. Mi madre hizo todo por , me salvó la vida todos estos años mientras que ella estaba sufriendo por ese vampiro. Un día estaré lista y le daré a mi madre la libertad que se merece.

- Lo conseguirás Emma! - dijo Sofi.

Terminaron de desayunar y salieron afuera, vieron llegar a los chicos con Soraya y otra mujer.

- Hola- dijo Alana

- Hola - dijeron todos

Emma solo podía mirar a esas dos mujeres que eran sus tías que hasta ayer no sabía que existían. Soraya la abrazó.

- Hola cielo, que tal estás? - la soltó y dijo- Ella es Tris, tu otra tía.

Tris se abalanzó a Emma dándola un abrazo muy fuerte.

- Me...alegro...de conocerte.... pero no...puedo respirar - dijo Emma.

- Lo siento - dijo soltándola - estoy feliz de conocerte.

Emma solo podía sonreír, bueno mejor dicho el intento.

- Bueno Emma, estás preparada para aprender todo sobre la lucha? - dijo Tris.

- Supongo - dijo ella.

- Pues vamos al centro de entrenamiento, no voy a dejar de enseñarte hasta que lo aprendas todo. - dijo Tris seria y cogiéndola de la mano se la llevó, seguidas de los demás. Cuando llegaron todos se sentaron, menos Tris y Emma que se colocaron en el centro.

- Bien Emma vamos a empezar, primero si apuntas tu espada de frente a tu enemigo, preparate para inclinarla para bloquear o podrías dejar un punto débil. Elige tus armas con cuidado y lleva más de una. Tienes que practicar mucho, eso te servirá en la lucha; observa a tu enemigo, fíjate donde mira porque será ahí donde ataque primero. Cuando vaya atacarte le verás tensarse durante un segundo, los mejores guerreros combinan la defensa y el ataque, por lo que cuando bloqueas o desvías se convierte en un contraataque. A menos que la espada esté diseñada para usar las dos manos deberías poder con una. Si mantienes a tu enemigo bajo presión con varios ataques aumentará la oportunidad de que cometa un error. Presta atención a tu alrededor y úsalo a tu favor, también puedes aprovechar el sol para enceguecerlo con la espada y poder herirlo o matarlo en tal caso de que seas más rápida.

La elegida por el destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora