Capítulo 12: El Caramelo.

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-Nara Xalvo-


Me encontraba en el salón de mi escuela "prestando atención" a la maestra de matemáticas. 

Suspire del cansancio, esto de sumar y restar era muy difícil y complicado. 


Mire de reojo a Romina; ella se encontraba alado mio atenta a lo que daba la clase, ¿Porque es tan estudiosa? mejor dicho ¿Porque no puedo ser como ella? 

 Decidí dejar de pensar en ello y hacer algo entretenido. Mire mi banco, pude notar que en algunas partes tiene algo escrito con un corrector blanco. 

Sonreí para mis adentros ya que se me ocurrió una idea.
 Pregunte lo más bajo posible a mi amiga si tenia un corrector blanco para que me preste, Romina asintió sin despegar su mirada al pizarra y me indico entre susurro que se encontraba en su cartuchera.

Los busqué y al tenerlos empecé a hacer corazones, estrellas muy deformes o cosas estúpidas. 

 Pero pude sentir la mirada de alguien en mi espalda, pero decidí ignorarlo y seguir haciendo lo mio. 

-Señorita, ¡Xalvo esta escribiendo las mesas con corrector!-grito Guillermina señalándome con el dedo. Di un brinco y la mire enojada ¿Quien mierda se cree  esta tipa?

-Xalvo, ¿eso es verdad?-pregunto la maestra

Sin pensarlo dos veces y lo más rápido y disimulado que pude escondí el marcador en la cartuchera de Romina.

-Claro que no-negué parándome- esto aquí ya estaba hecho, además todas las mesas están escritas con corrector.

-Guillermina...deja de mentir ¿quieres?

-Uh le cerro el orto, señorita-respondió Micaela, esta chica si me cae bien.

-Vos también Micaela, deja de decir groserías.

Y después de unos minutos sonó el timbre que indicaba el recreo largo. Enseguida saque mi dinero de mi mochila y le dije a Romina que me esperara en las escaleras hasta que termine de comprar. Ella como siempre asintió mientras agarraba su merienda y se iba a donde le indique.

Llegue al quiosco y mire todas las cosas que habían que comprar; tenia caramelos, helados, chocolate, bombones, bebidas y muchas chucherías. 

 El tema es que yo no traía mucha plata y hoy no tenía ganas de comer mucho, por lo cual me decidí por comprarme dos pesos de caramelos. 

Después de estar un buen tiempo en la cola compre los caramelos y me fui rápidamente con  Romina 

-Lamento la demora-me apresure a decir y me sentaba alado suyo

-No importa, ¿Que compraste?-pregunto curiosa, yo le respondí que caramelos y ella me pregunto tímidamente si le compartía.

-Claro, es más hoy no tengo mucha hambre-acepte mientras le daba la mitad de los caramelos- Ten, la mitad.

-Gracias Xalvo, pero son 10 caramelos, me diste seis-dijo riendo, yo la mire confundida y al ver que no comprendía rió más fuerte- La mitad de 10 es 5, Xalvo...-dijo entre risas, yo me sonroje un poco. 

-Bueno, calcule mal.

-No... jajaja... lo mejor de todo es que justamente recién la maestra nos enseño a restar-siguió riendo-Debes prestar más atención en clases en vez de boludear Xalvo...

-Ja ja ... nunca-dije seria, para después reírnos como locas.

Después de hablar de muchas estupideces, se pude escuchar nuevamente el timbré que indicaba que termino el recreo, por lo cual me pare y bajaba las escaleras.

~Recuerdos fantasiosos~.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora