Capítulo Final

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Mini conservaba aquel estado vegetativo. Los médicos aún no conseguían un diagnóstico correcto, tal vez infarto cerebral.

Los policías obedecieron a la pelirroja bajando al sótano de la casa además de inspeccionar cada rincón de ella, no encontraron nada exceptuando un sobre color miel sobre la cama de la habitación de Mini, sin abrirlo lo llevaron a ella donde pudo leer su contenido vagamente:

Para Mini,

Destacas mucho más entre las cosas que me encantan. Me gustan muchas cosas. Me gustan los pájaros, correr y las conversaciones largas. Y tú eres mucho mas que esas cosas que disfruto temporalmente. Mucho mas que un simple estorbo en el camino, por decirlo así. No sé realmente ni lo que escribo, ni siquiera sé si conseguirás leerlo. Pero quiero que sepas que eres como el aire de mis pulmones, o al menos lo serías si tuviera.

Si estuviera vivo te aseguro que serías mi razón para levantarme por las mañanas y mi razón para caer dormido por la noche. Estoy enamorado de ti, de la idea de pensarte, de pensar en ti. Estoy enamorado de todos tus fallos y cada cicatriz. Yo solo me estoy enamorando de ti más y más cada día y seguiré y no pararé aunque algún día te olvide y tú me olvides.

Siendo muchas cosas, Mini. Siento no poder haber disfrutado aún mas de tu presencia ahora que no estás, siento no decirte tantas cosas en su momento, siento quererte y no ser real, siento matar al ciego, siento no cumplir mi promesa de no protegerte. Siento guardarte tantas cosas por miedo a que te fueras aterrorizada pero ahora esas cosas dan igual, ¿sabías que tu tía Agatha murió hace seis meses? Sí, era un fantasma como yo y ni siquiera te diste cuenta. ¿No crees que si te lo hubiera dicho te hubieras ido?

Mini, si eres tú la que estás leyendo esto espero que algún día volvamos a vernos. Y si eres un policía, que te den.

Te esperará hasta siempre, Tate.

American Horror Story #1: WhispersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora