Yo lo miraba...
y puedo jurar que no me quedaban ganas de mirar a nadie mas.
En ese preciso momento comprendí que los ojos; siempre,siempre le pertenecen a la persona que los hace brillar.
Yo lo miraba...
y puedo jurar que no me quedaban ganas de mirar a nadie mas.
En ese preciso momento comprendí que los ojos; siempre,siempre le pertenecen a la persona que los hace brillar.