FINAL

ONCE

-Detente Aaron- doy un paso atrás pero el me sige.

-No lo hagas, no digas nada y solo deja que pase.

-Basta Aaron, no sigas, para ya- le digo en tono de súplica porque comienzo a ceder.

Mi corazón se acelera. Toma mi mano izquierda con delicadeza y la pone sobre su hombro. Me toma de la cintura y me pega a el suavemente.

Junto su mano con la mía y comenzamos a bailar suavemente sin más música que el aire que mueve los árboles y las aves que responden con su canto.

Mi ritmo cardiáco vuelve a tornarse calmado, a entendido que no quiero ir más allá de lo que somos ahora.

Estar cerca de el me da tranquilidad y seguridad, lo disfruto tanto que cedo ante sus brazos, dejandome envolver por ellos.

Los últimos minutos los pasamos abrazados, sin decir nada.

Respiro su aroma, dulce y a la vez tan fuerte como él, combinado con el aroma a bosque, apagan todos mis sentidos y me envuelvo en un agradable sueño.

-Sofía- intenta separarme suavemente de él, pero lo abrazo con más fuerza. Cierro los ojos y ya no es el, ya no es el patio del restaurante. Es Alex, es aquella tarde en la que desperté en sus brazos en el salón de clases.

Abro los ojos de golpe. ¿Por qué estoy pensando en el?

-¿Te encuentras bien?, estás algo pálida- se nota la preocupación en su voz.

Agito mi cabeza de forma negativa -Me siento algo mareada, ¿podemos ir a casa?- No es verdad pero es la única manera en la que podría salir libre de esta situación.

Aaron me mira con expresión seria y pensativa. -Es por mi, te hago sentir incómoda ¿no es cierto?- cada centímetro de su rostro refleja cuan lastimado se siente y todo esto es por mi culpa, por ser tan egoísta y pensar sólo en mi.

Cada palabra es como un golpe en el estómago.

Me quedo callada sin saber que decir. Soy una torpe, sabía que tarde o temprano lo lastimaría y en lugar de parar este juego, más y más lo prolongo.

Baja la cara de inmediato, verlo así me mata, pero es lo mejor para los dos. ¿ O para mi?

Jamás un silencio me había hecho sentir más incómoda como este que nos acompaña durante el viaje de regreso a casa.

Enciendo la radio para tratar de cambiar este tenso ambiente que he creado. Comienza a escucharse"Ecos de Amor" de Jesse & Joy, es una de mis canciones favoritas del dúo, pero no es la mejor elección para un momento como este.

Acerco mi mano para cambiar de estación, pero Aaron me detiene. -Déjala, quiero escucharla.

Ahora me siento más incómoda que nunca, en todo este tiempo Aaron nunca había escuchado una canción triste y ahora sin más comienza a hacerlo.

Miro los árboles como pasan rápidamente por mi ventana, ya no me parece tan alegre como hace un momento, ahora es tan triste y sin sentido que duele. Cierro los ojos y de nuevo Alex viene a mi mente, su sonrisa, su aroma, todo el. ¿Por qué sigo pensando en el?

Una voz casi inaudible me despierta de mis pensamientos que comenzaban a hundirme.

-"Estás tan cerca y tan lejos.- Es el, comienza a cantar -Me aferro solo a un reflejo,- su voz está cargada de tristeza -te pierdo."- Esta última frase es como una bofetada.

El camino me parece una eternidad pero al fin llegamos a mi casa. Antes de bajar del auto doy un largo y sonoro suspiro. Puedo sentir como cada uno de mis músculos se relajan facilitando mi respiración. Solo un poco más y estaré libre de esta situación.

-Gracias por este día- No me animo a verle a los ojos. Pero tomo valor para enfrentarlo, tratando de hacer todo lo posible por no perderle.

El no me mira a los ojos tampoco pero comienza a decir algo.

-Perdóname, yo...- Sus ojos se vuelven vidriosos y esconde su mirada por completo de mi, sus manos forman un puño y sus nudillos se vuelven blancos -Voy a luchar por ti Sofía, cueste lo que cueste, así me importas.

No tengo nada que decir y antes de arruinar todo una vez más abro la puerta del auto y salgo.

Veo el auto marcharse por la carretera hasta desaparecer. Mis ojos se llenan de agua, tanto que dejan escapar una gota que baja por mi mejilla hasta la comisura de mis labios,llenando mi boca de un sabor salado.

Una vez mi madre me dijo que nuestra vida era como un libro y cada persona era un capítulo nuevo para escribir, algunos eran largos y otros muy cortos, y ahora es que entiendo, por que si no hago algo para arreglar las cosas con Aaron, nuestro capítulo llegará a su final.