OCHO

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Este primer mes pasó volando.
Mi amistad con Aaron va muy bien. Se ha convertido en mi segundo mejor amigo.
Me he dado cuenta con el tiempo que no siento nada más por el que amistad. Lo siento por el porque creo que quiere algo más. Pero so lo he mencionado ya varias veces, no me gustaría que se ilusione demás. No quiero que sufra.
Sobre Alexander, su comportamiento cambio conmigo, nuestra relación se basa en clases, trabajos y nada más.
No se cual sea el motivo.
Igual no nos llevamos mal, de ves en cuando reímos y hablamos como amigos, pero nada mas. Ya no siento odio por el y supongo que el de igual forma me ha "perdonado".
América a comenzado a interesarse por un chico de la clase. Se llama Jasson. Por lo menos eso la tiene ocupada y ya no intenta obligarme a salir con Aaron.
Este mes a sido muy bueno. Tranquilo.
Faltan tres días para que comience Octubre.
Ese día será el cumpleaños de Aaron.
Cumple dieciocho y me ha propuesto ir a cenar a La Fontaine Denkmal. Un restaurante muy elegante fuera de la ciudad, en medio del campo con una vista hacia un lago precioso, o al menos así lo describe el.
Estoy muy emocionada por ir, el me contagia todos los días porque lo repite una y otra vez.
América y yo quedamos de ir hoy a comprar ropa, ella para ir a una cita con Jasson y yo para mi cena con Aaron.
El domingo será un día muy especial para todos nosotros.
Salimos de la casa a penas terminamos de arreglarnos, iremos a desayunar al Coffe Breakfast.
Cuando entramos al lugar el aroma a café y huevos con bacon llenan mi nariz y mi estómago comienza a cobrar vida.
- ¿Puedo tomar su orden? - un joven de mal aspecto pero buena actitud ha llegado con una pequeña libreta y un lapicero para apuntar lo que pidamos.
- Un café helado y un plato de hot cakes con crema de avellanas y fresas - responde América.
-Yo quiero una malteada de fresa y unos huevos con bacon, por favor.-
- Enseguida les traigo su almuerzo.-
Cinco minutos después el mismo joven regresa con nuestros platos y bebidas.
Debe ser que tengo mucha hambre porque este desayuno me sabe de lo mejor.
Ya con el estómago lleno nos disponemos a ir de tienda en tienda buscando el atuendo perfecto.
Seis horas después América al fin está contenta con un vestido.
Es color turquesa, tiene manga de un lado y del otro deja descubierto el hombro. Tiene piedrecitas brillosas hasta la cinturilla y el resto del vestido es un poco suelto, largo hasta los pies, con una abertura al costado que deja salir una de las piernas de América al caminar. Queda perfecto con su tono de piel y hace notar más el color de sus ojos.
Los zapatos son más sencillos, escoje unas zapatillas plateadas abiertas.
Por mí parte, no hay nada aún que llame mi atención.
Pasamos a comer a un pequeño restaurante que había dentro de una plaza a la hora de la comida.
En mi desesperación por llevar algo escojo el primer vestido que encuentro.
Un vestido azul marino con mangas y tablones en la falda y un par de zapatillas beige.
América no lo aprueba pero estoy tan agotada que la ignoro.
Llegamos demasiado tarde y me he tumbado a dormir, despierto hasta las diez de la mañana.
Hoy es el gran día. Aaron quedó de pasar por mí a las ocho.
América se va a las siete.
Estoy desayunando con América cuando alguien toca a la puerta.
América va a atender y yo recojo la mesa.
- Sofi, ha llegado un paquete para ti, a que no sabes de quien es - dice emocionada.
- ¿Para mi? ¿Qué es? ¿Quién lo manda? - estoy realmente sorprendida, no he mandado a pedir nada.
- Es de Aaron, no tengo idea de que sea, así que ábrelo - me dice y me lo pasa de inmediato.
Lo abro con emoción, muero por saber que hay dentro.
No puedo creerlo, es precioso, simplemente me he quedado sin saber que decir.

FINALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora