Capítulo 2

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¡Genial! Lo único que me falta, que un presumido choque conmigo.

-Ten más cuidado-grito tendida en el suelo, con el sobre mi.

-Vos estabas en mí camino.

Me da una mirada de desprecio, como si yo fuera menos que el.

-¿Tu camino?-observo todo el suelo-No veo tu nombre en ningún lado.

Lo contemplo más a fondo,  su ceja trae un pequeño corte y el costado izquierdo de su labio esta un poco enrojecido. Signos de haber peleado.

-Todos saben mi nombre

-Al parecer no todos, lo lamento, no se quien eres- respondo empujándolo, pero es en vano, es mucho más fuerte que yo.

-Inténtalo, no va a ser fácil.

El comienza a agarrar mis antebrazos y las coloca detrás de mi cabeza, haciendo fuerza para que forcejee con el.

-¡Qué gracioso! ¿Que eres, Payaso?

-Soy boxeador

¿A caso hoy es el día de molestarme en todos los sentidos?

-Claro, seguro-respondo mirando hacia un lado 

-¡EIDEN!-grito un hombre bajo y calvo, vestido de traje y con unas gafas negras cubriendo sus ojos, es seguramente su representante-No tenemos tiempo para perder en esto, al parecer se enteraron de que estas acá y la prensa no tarda en llegar-comencé a reír, quizá el calvo también participa en esta broma del boxeador.

-Esta bien, te alcanzo en el callejón esconde el auto-sus ojos celestes me observan-Resuelvo esto y voy para allá.

El hombre de altura baja asiente yéndose. Eiden, es decir, el boxeador más codiciado, seguía sobre mi. Su sonrisa maliciosa se asoma en esta obscuridad. No puedo decifrar que pasa sobre su mente, nunca vi aquella expresión.

-Nos veremos antes de lo que imaginas ¿Sabes por qué?-niego- Porque tu misma vas a buscarme.

Finaliza el levantandose de mi cuerpo mientras se escuchan los gritos desaforados de mujeres, que parecen, necesitadas.

Crédulo e inocente. Únicos adjetivos para describir al boxeador que hace instantes chocó conmigo. Jamás lo buscaría cuando lo único que hizo fue burlarse de mi "fuerza" y despreciarme.

Me paro lentamente aún sintiendo el peso de Eiden al igual que su perfume varonil. A lo lejos diviso a Josefina, prácticamente devorando la boca de Thomas y siento la horrible sensación de que hago mal tercio, aunque este en la lejanía. 

Llego a la barra sedienta de tanta discusión con el "pura fibra, poco cerebro" en busca de un jugo o zumo de naranja. Necesitaba algo para mi paladar urgentemente. Un chico de cabellos claros con alguna que otra mecha dorada esta detrás de la barra limpiando una copa.

-Un zumo de naranja-digo alzando un poco la voz debido al ruido que hacen los parlantes

El asiente sonriendo y prepara en la misma copa que tenia en sus manos anteriormente mi tan deseado zumo.

Me pasa sobre la mesa la copa con una bebida naranja, la bebo sin pensarlo pero el gusto a alcohol se hace presente, un ardor corre por mi garganta que siento que me quema. La sensación pasa rápido dejando un sabor cítrico.

No está mal, es una mezcla de algo natural, como el zumo, con algo que te elimina las penas, como el alcohol. 

Pasaron los minutos, y la cantidad de alcohol en mi organismo aumenta; las copas gratis por invitación de la casa cada vez fueron más como también,  mi estado de felicidad extrema. Las risas se me escapan, igual que los regaños que me doy por parecer ridícula riéndome por todo. Sin olvidar que estoy sentada tambaleandome como gelatina ¿Cómo iba a saber que terminaría borracha en una fiesta a la que, en un principio, no quería presenciar?

Suspiro, definitivamente  Josefina esta demente trayéndome a este sitio. En estos momentos, tendría que estar con Theo viendo unas películas derrochando miel.

Observo a mi alrededor, gente sudorosa bailando en la pista  y la música demasiado fuerte. Recuerdo un dicho que dice "Si no puedes con el enemigo,  únete a el" No me quedó más remedio que levantar mi cuerpo de la silla y aproximarme al centro de la fiesta donde las luces de colores eran lo único que reinaban. 

Muevo mi cuerpo al ritmo de la melodía que estaba sonando, no voy a negar que soy desastrosa bailando, pero el estado que tengo me permite hacer cosas que mañana no recordaré.

~

¿No se lo esperaban tan pronto?

Esto sucede cuando una persona está inspirada :)

Si les gustó me encantaría saberlo. Déjenme su libre opinión en los comentarios.


Nos leemos pronto.

La Mujer Que Queremos Los Dos © (Hagamos cosas malas, mi boxeador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora