amigo

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Al final contigo sólo me quedó deslizarme hacia el suelo para recoger los restos de mi dignidad, esa que hacías pedazos cada vez que no leías mis mensajes, y te escudabas bajo la estúpida excusa de que ni te habías dado cuenta, mientras que yo me desvelaba por hablar contigo.

Cada vez preguntaba por ti y no me respondías, a sabiendas de que tú no preguntarías por mi, aunque en una parte te entiendo, puedo ser intensa en ocasiones. Con esa estúpida manía de saber si estás bien, sí necesitas un abrazo, un beso, consuelo...., hablando de libros y poesías, haciéndote un poco más soñador, y cambiando tu vida gris a una con algo más de color.

Pero tu sólo querías o creías querer a alguien sin tantos matices, algo más simple, que no te hiciera pensar en la locura que poseías, ni tampoco en tu parte infantil, que no te hablara de incoherencias de esas que provocan desvelos,querías lo fácil, lo normal.

Y cuando al fin entendiste que no querías eso, ya era tarde, porque alguien más había descubierto ese mundo al que tú te negabas a querer pertenecer, pero que otro se moría por compartir.

Por eso al final, aunque querías más, no te lo pude dar, ahora sólo eras el amigo.

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